El próximo halving de Bitcoin (BTC), que se espera para mediados del mes de abril de este año, genera expectativas y, sobre todo, interrogantes en el ecosistema de criptomonedas respecto del valor que pueda alcanzar BTC.
A las puertas de un nuevo halving de Bitcoin, y ante un escenario de optimismo en el ecosistema cripto, qué pasó en ediciones anteriores con el precio, la minería y la adopción de la criptomoneda más famosa.
El próximo halving de Bitcoin (BTC), que se espera para mediados del mes de abril de este año, genera expectativas y, sobre todo, interrogantes en el ecosistema de criptomonedas respecto del valor que pueda alcanzar BTC.
Como un evento cíclico que marca un hito en la historia de la criptomoneda líder, cada halving ha desencadenado una serie de cambios significativos en el mercado.
Desde su inicio en 2009, Bitcoin ha experimentado tres halvings, en 2012, 2016 y 2020, y cada uno ha estado acompañado de un período de alta volatilidad y transformaciones en la actividad minera y la adopción de criptomonedas.
Con este panorama, tanto usuarios como empresas del ecosistema, repasan con atención lo que ha ocurrido en ediciones anteriores y cómo han impactado los otros halvings en cuestiones como el precio, la minería y la adopción de Bitcoin en el mercado. Qué se puede esperar esta vez.
Al repasar los antecedentes de los dos halvings previos, curiosamente, Bitcoin alcanzó nuevos máximos históricos en cada período de cuatro años entre los eventos anteriores de reducción a la mitad.
Esto indicaría que el doble de costos de minería por token, podría llevar a algunos mineros a abandonar el mercado, especialmente aquellos con operaciones menos eficientes o costos operativos más altos. Esta reducción en el número de mineros podría afectar potencialmente las capacidades de procesamiento de la red, al menos temporalmente.
Por otro lado, también se podría ver a algunos de los mineros más grandes encontrar oportunidades para adquirir competidores más pequeños o ver más fusiones en el espacio, a medida que los mineros buscan consolidar operaciones.
De hecho, la red de Bitcoin ha demostrado resiliencia ante estos desafíos en el pasado.
A su vez, los avances en tecnología y estrategias de minería, así como los posibles ajustes en la dificultad de la minería, podrían mitigar el impacto de la reducida participación de los mineros. Algunos mineros pueden optar por cambiar a la minería de altcoins o explorar fuentes de ingresos alternativas dentro del espacio cripto, lo cual podría ayudar a mantener un equilibrio en el ecosistema de minería en general.
En las ocasiones anteriores, el halving de BTC tuvo efectos considerables en la adopción de cripto.
Dentro de los primeros 150 días de cada uno de los halvings previos, el número de nuevas direcciones BTC creció: 83% en 2012, 101% en 2016 y 11% en 2020.
El número de direcciones que tenían USD 100 o más, un indicador de la cantidad de inversores minoristas, aumentó el 12% y el 6% en 2012 y 2020, respectivamente, y se mantuvo aproximadamente igual 150 días después de la reducción a la mitad de 2020.
Asimismo, el número de billeteras que tenían más de USD 1 millón, que puede verse como un indicador de la actividad de inversión profesional o institucional, aumentó miles por ciento en 2012, 10% en 2016 y 43% en 2020.
Aunque estos son indicadores imperfectos de las dinámicas de adopción (por ejemplo, una persona puede crear múltiples billeteras), al menos sugieren la dirección y la magnitud de las tendencias en la secuela de las reducciones a la mitad pasadas.