Desde ese episodio, Gago optó por no convocarlo más, dejándolo entrenar de manera diferenciada y dejando en claro que la única manera de solucionar el conflicto sería a través de un cambio de actitud por parte del jugador. Sin embargo, las posturas nunca se acercaron, y en Boca comenzaron a buscarle una salida durante este mercado de pases, siempre con la condición de que llegara una oferta que justificara su potencial y su proyección futura.
La ruptura de la relación era evidente, y la salida terminó concretándose mediante la activación de la cláusula de rescisión, un mecanismo que Boca ya había enfrentado en el pasado con jugadores como Valentín Barco o, más recientemente, Ezequiel "Equi" Fernández.
Aunque su futuro no está definido, todo apunta a que Medina podría sumarse a Estudiantes, al menos de manera transitoria, mientras el grupo empresario evalúa su siguiente destino. El movimiento no solo marca el cierre de un capítulo tenso para Boca, sino también la continuidad del éxodo de promesas formadas en el club, un fenómeno que sigue generando debate entre los hinchas xeneizes.