Tras la derrota de Chile ante Bolivia en las Eliminatorias para el Mundial 2026, Ricardo Gareca tomó una drástica decisión. Los detalles.
Chile se quedó sin Mundial y sin técnico. La derrota por 2-0 ante Bolivia en la altura de El Alto no solo selló la eliminación matemática de la Roja rumbo a la Copa del Mundo 2026, sino que también marcó el final del ciclo de Ricardo Gareca, quien presentó su renuncia en el vestuario visitante tras el encuentro.
El entrenador argentino había asumido en 2023 con la esperanza de encauzar a una generación en declive, pero su etapa terminó con un saldo negativo: ocho derrotas en 13 partidos y sin chances siquiera de alcanzar el repechaje. Según informó el medio BioBio, el “Tigre” comunicó su decisión de dar un paso al costado directamente a los dirigentes en el vestuario. En un primer momento, incluso se negó a dar la conferencia de prensa posterior al partido, aunque luego accedió a hablar ante los medios.
“Tuve una reunión con el presidente, el vicepresidente y toda la delegación para comunicarles que queremos descomprimir la situación. Intentamos pelear hasta el final”, explicó Gareca. Además, remarcó que su salida no tuvo nada que ver con temas económicos: “Jamás le hice un juicio a nadie, solo era ponernos de acuerdo. Quiero agradecer públicamente a los jugadores y a los dirigentes por el respaldo hasta la última consecuencia”.
La prensa chilena no tuvo piedad con el entrenador. El portal BioBio tituló: “Renunció en el camarín y lo obligaron a dar la cara”, mientras que RedGol lo tildó directamente de “fracasado”. Por su parte, La Tercera fue lapidaria: “Fracaso mundial”.
El golpe es doble para la selección chilena: se queda fuera de su segundo Mundial consecutivo y afronta una nueva etapa de reconstrucción sin rumbo claro. Gareca, con un perfil que parecía ideal para asumir esa transición, no logró los resultados esperados ni el respaldo en la cancha. Su renuncia deja al equipo en un momento delicado, sin entrenador y con una profunda crisis deportiva.
