POLÉMICA

El escandaloso regalo arbitral a Benfica que complica a Boca en el Mundial de Clubes

El árbitro Salman Falahi sancionó un controvertido penal a favor de Benfica tras una caída de Gianluca Prestianni. La jugada, no revisada por el VAR, benefició al equipo portugués y complicó la situación de Boca en el Grupo C.

Alex Livesey - FIFA/FIFA via Getty Images

Alex Livesey - FIFA/FIFA via Getty Images

Una jugada insólita, un penal muy cuestionado y una decisión que cambió el rumbo del partido y de la tabla. El encuentro entre Benfica y Auckland City, correspondiente a la segunda fecha del Grupo C del Mundial de Clubes, quedó marcado por una sanción arbitral que desató polémica y que tuvo consecuencias directas para Boca Juniors.

En el cierre del primer tiempo, cuando el conjunto portugués no lograba romper el cero ante el débil equipo neozelandés, el árbitro qatarí Salman Falahi cobró un penal que todavía genera discusiones. La jugada se dio en el quinto minuto de adición, cuando Gianluca Prestianni, exjugador de Vélez y refuerzo reciente del Benfica, encaró dentro del área y cayó de forma aparatosa ante la marca de Haris Zeb.

Falahi no dudó: señaló inmediatamente el punto penal, pese a las protestas del defensor de Auckland, que le aseguró al árbitro que no hubo contacto. Las repeticiones de la transmisión oficial respaldaron la postura del defensor: no se observó falta alguna sobre el atacante argentino, quien pareció exagerar el contacto para provocar la infracción.

Lo que más indignación generó fue que, a pesar de la evidencia en pantalla, el VAR no llamó al árbitro para revisar la acción. La sanción se mantuvo firme y, desde los doce pasos, Ángel Di María ejecutó con precisión para abrir el marcador justo antes del descanso.

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La ventaja parcial de Benfica, que se consolidó tras una tormenta que demoró el inicio del segundo tiempo, modificó el escenario del grupo en el que también compite Boca. Con el triunfo parcial, los portugueses desplazaron momentáneamente al Xeneize al tercer lugar, obligando al equipo argentino a buscar un resultado positivo frente al Bayern Múnich en el partido de esta noche.

Repercusiones e impacto en Boca

El penal sancionado por Falahi no solo generó malestar entre los jugadores y el cuerpo técnico de Auckland City, sino que también provocó reacciones en redes sociales por parte de hinchas de Boca, que se sintieron perjudicados indirectamente por la decisión arbitral. La tabla de posiciones del Grupo C se ajustó de inmediato, y el margen de maniobra para los dirigidos por Miguel Ángel Russo se volvió más estrecho.

En una fase de grupos tan corta, donde cada punto y cada gol pueden definir la clasificación, una jugada como la ocurrida en el Hard Rock Stadium de Miami tiene un peso determinante. Boca, que igualó 2-2 ante Benfica en su debut, enfrentará ahora a un Bayern Múnich que viene de golear y necesita sumar para no complicarse.

Silencio arbitral y sin revisión

Hasta el momento, ni la FIFA ni el comité arbitral del Mundial de Clubes se pronunciaron sobre la polémica acción. Tampoco hubo una explicación formal sobre por qué el VAR no intervino en una jugada que, a simple vista, merecía una revisión más profunda.

La actuación del árbitro Falahi quedó en el centro de la escena. Su decisión, sumada a la omisión del VAR, deja abierto un interrogante sobre la aplicación de la tecnología y los criterios utilizados en este tipo de competencias internacionales.

Ahora, Boca deberá pasar rápido la página y enfocarse en lo que viene: el trascendental duelo ante Bayern Múnich. Un resultado favorable podría reacomodar las posiciones del grupo y reducir el efecto negativo de lo sucedido en el duelo entre Benfica y Auckland City. Sin embargo, lo que quedó claro es que, en este tipo de torneos, cualquier guiño arbitral puede inclinar la balanza.