De acuerdo con los reportes, Salas habría pactado con al menos dos jóvenes de su círculo de confianza las acciones que derivaron en amonestaciones. Entre los partidos en cuestión se encuentran encuentros frente al RCD Mallorca, Betis y Barcelona. Una de las situaciones más llamativas fue su ausencia en la jornada 32 tras ser suspendido por acumulación de tarjetas.
El Diario de Sevilla confirmó que el jugador fue retirado del entrenamiento por la Policía Nacional para declarar en la comisaría de su pueblo. Horas después fue puesto en libertad, aunque permanece en calidad de investigado.
Consecuencias legales y deportivas
Si se confirma su participación en el delito de estafa, Salas podría enfrentarse a una condena de entre seis meses y tres años de prisión. En el ámbito deportivo, su contrato con el Sevilla, renovado hasta 2029, podría entrar en revisión, aunque desde el club optaron por mantener cautela, destacando la presunción de inocencia.
“El Sevilla confía en que todo quede en un malentendido y que el proceso no afecte al entorno del equipo. La cantidad supuestamente objeto del amaño es escasa, lo cual genera algo de tranquilidad dentro del club”, comentó el periodista Eduardo Florido.
Surgido de la cantera sevillista y con un breve paso por Tenerife en la temporada 2022/23, Kike Salas se había consolidado como una pieza clave en la defensa del equipo bajo el mando de Francisco Javier García Pimienta. Su rendimiento incluso había despertado interés de equipos italianos.
Sin embargo, este episodio marca un duro golpe para su carrera y para la imagen del Sevilla FC. A medida que avance la investigación, quedará por ver si Salas podrá superar este difícil momento o si su futuro en el fútbol se verá comprometido.