La decisión sorprendió a más de uno en el paddock. Es que el australiano Doohan, tras su fuerte golpe en los entrenamientos del GP de Japón en Suzuka, fue foco de atención no solo por su rendimiento, sino también por su estado físico. Las imágenes del piloto con dificultades para salir del auto encendieron alarmas en la FIA, que exige un tiempo máximo de evacuación del monoplaza por protocolo médico. No obstante, Alpine publicó un parte asegurando que su piloto estaba apto para competir.
En Japón, el local Ryo Hirakawa ocupó el rol de reserva, y ahora es el turno de Aron. Recién se espera que Colapinto vuelva a estar en los boxes para el GP de Arabia Saudita, del 18 al 20 de abril, en el mismo papel que tuvo en Australia y China.
Más allá del respaldo público de su jefe, Oliver Oakes —quien afirmó que “se quedará con nosotros, pase lo que pase”—, la falta de minutos en pista genera interrogantes. En un campeonato exigente y sin paciencia, el margen de espera es corto. Mientras tanto, Franco sigue en carrera, pero desde el costado.