Además, se lanzó una campaña solidaria para colaborar con los gastos del sepelio, dado que la familia atraviesa una delicada situación económica. La respuesta fue inmediata: clubes, vecinos, excompañeros y hasta rivales se unieron en el gesto, demostrando una vez más la solidaridad que suele surgir en momentos de tanto dolor.
De las inferiores al corazón de la liga
Facundo también pasó por las divisiones inferiores de ADIP, otro histórico del fútbol platense. Allí dejó su marca, no solo por su talento sino también por su compromiso y humildad. Esa trayectoria lo volvió una cara conocida y respetada en distintos puntos de la ciudad y en cada club que alguna vez lo enfrentó.
La noticia caló hondo, especialmente entre quienes compartieron cancha con él. Su historia, como la de tantos jugadores del ascenso amateur, está hecha de sacrificio, amor por el juego y pasión por los colores que se defienden cada fin de semana. Y eso mismo es lo que resaltaron muchos de los mensajes que circularon durante las últimas horas: la entrega y el corazón de un futbolista que dejó todo por su equipo.
Un homenaje que se multiplica
La reciente paternidad de Facundo Barcos sumó aún más tristeza a esta pérdida. Sus seres queridos, amigos y compañeros lo recordaron con lágrimas pero también con orgullo: el orgullo de haber compartido la vida con una persona noble, apasionada y generosa.
En los próximos días, se espera que la Liga Amateur Platense organice algún tipo de homenaje formal en su memoria. Pero, más allá de cualquier acto institucional, el nombre de Facundo ya quedó grabado en la historia de los que dejaron una huella en su comunidad.
Su muerte dejó un vacío difícil de llenar. Pero también dejó un mensaje: que en el fútbol, como en la vida, lo más importante no siempre se mide en goles, sino en el amor que se siembra en cada paso del camino.