La confirmación del diagnóstico encendió la alarma en el cuerpo técnico encabezado por Marcelo Gallardo. La baja del atacante, que venía siendo uno de los puntos más altos del equipo, obliga a repensar el esquema ofensivo de cara al segundo partido del grupo ante Monterrey.
Driussi, que regresó al club a comienzos de año, se había reencontrado con el gol y era titular indiscutido junto a Facundo Colidio en el ataque. Ambos habían convertido en el debut ante Urawa y sumaban siete goles cada uno en lo que va de la temporada. Además, el exjugador de Austin FC había sido uno de los más peligrosos en la primera parte, con un zurdazo que pegó en el palo.
La lesión representa una pérdida significativa no solo en lo deportivo sino también en lo anímico para un plantel que busca hacer historia en este nuevo formato del Mundial de Clubes. Aunque su presencia en la competencia quedó descartada, el objetivo ahora es que llegue en óptimas condiciones al partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores ante Libertad, programado para el 14 de agosto en Asunción.
Mientras tanto, Marcelo Gallardo ya analiza alternativas. La opción más directa es repetir lo que hizo en el debut: incluir a Miguel Borja como reemplazo. El colombiano, si bien tiene menos movilidad que Driussi, es un delantero de área y suma seis goles en 26 partidos, pese a haber sido titular en apenas diez.
Otra posibilidad que se baraja es modificar el esquema y reforzar el mediocampo, dejando a Colidio como único punta más centrado. En ese escenario, podrían aparecer nombres como Maximiliano Meza, Gonzalo Martínez, Manuel Lanzini o Matías Rojas, todos con características ofensivas que podrían aportar volumen de juego.
Con el segundo partido de la fase de grupos a la vuelta de la esquina, River intentará reacomodarse rápido para seguir con paso firme en la competencia, aunque la ausencia de Driussi deja una huella difícil de disimular.