

Alberto Fernández tiene una carrera contra reloj de aquí al 25 de mayo para atacar varios frentes.
En ese momento se conocerán los resultados de la flexibilización de la cuarentena. Habrá que evaluar entonces si se mantiene con el éxito logrado hasta aquí en materia sanitaria o, en caso de que se disparen los contagios, será necesaria una compleja marcha atrás en la apertura económica.
En segundo lugar, no quedan más que 10 días para evitar el default. El próximo 22 de mayo vence el plazo para pagar 3 cupones de la deuda que representan US$503 millones.
Allí se definirá si la Argentina va o no a un default total.
En tercer lugar no hay más plazo para demorar la instrumentación de un plan económico para "forzar un plan de salida de una crisis económica en una incertidumbre total".
Estos cinco factores que complican este presente.
El Banco Central no puede seguir vendiendo dólares que son escasos para sostener la cotización oficial. Entre el 15 de abril y el 11 de mayo se vendieron US$ 772 millones, cuando el país tiene un superávit comercial mensual de US$1.100 millones.
Es decir, casi todo lo que ingresa se vuelca a sostener el precio oficial del dólar.
El otro tema complicado es la alta emisión de pesos para financiar las ayudas del estado ante la caída estrepitosa de la economía.
En dos meses se emitieron $625 mil millones. Sumados a los $180.000 que el BCRA le transfirió al tesoro ascienden a $805.000 millones.
Representa la mitad del dinero circulante y en los depósitos en todo el país.
Por lo tanto, dijo que "hay que dar expectativas, tener un plan, anunciarlo y para eso es fundamental no caer en el default".
"El presidente Alberto Fernández lo sabe, ojalá que tome las decisiones correctas", remarcó.