Sin embargo, en un primer momento, buscarán desarrollar protocolos y un modelo de producción local de cannabis de grado farmacéutico, bajo un sistema que resulte competitivo en términos de calidad y costos.
A diferencia de otras metodologías estandarizadas que implican la importación de insumos y maquinaria, este nuevo emprendimiento quiere aprovechar la oportunidad para generar soluciones a las necesidades que plantea el cultivo junto a empresas nacionales, con el objetivo de potenciar la colaboración y el desarrollo de tecnologías locales, en colaboración también con el sistema académico y científico.
En ese sentido, cabe remarcar que los encadenamientos productivos del cannabis son intensivos en servicios basados en conocimiento, en equipamiento de alta tecnología y otras dimensiones del modelo Agrotech.
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La industria del Cannabis busca dar sus primeros pasos en el país.
“Estamos dando los primeros pasos para la generación de nuevas capacidades dentro de la institución, lo que implica un gran desafío profesional para todo el equipo involucrado”, indicó Natalia Prece, coordinadora del equipo de trabajo del INTA. Asimismo, agregó, la apuesta apunta a incorporar “saberes y tecnologías con sustento científico para el desarrollo del cultivo de cannabis que permitan obtener materia vegetal de calidad, genéticamente estable y consistente en el tiempo”.
La evolución del proyecto
“Estamos muy entusiasmados por este camino que empezamos a recorrer junto a proveedores locales, experimentando y adaptando los recursos propios en la búsqueda de generar una ecosistema de base nacional que nos potencie como industria y nos permita proyectarnos al mundo”, reveló Tedesco.
El prototipo de cultivo comenzó a mediados de septiembre en la Estación Experimental del INTA en Pergamino, en invernáculos de alta tecnología bajo los máximos estándares en materia de bioseguridad. Entre otras cosas, la iniciativa también busca el desarrollo de genéticas propias para fines medicinales y otros usos, mediante la estabilización de variedades locales y la creación de un banco de semillas de cannabis que permita contar con germoplasma adaptado a las condiciones de la geografía y clima de Argentina.
Además, indicaron desde la empresa, esperan generar exportaciones de la producción local a distintos mercados internacionales, a partir de un producto de alta calidad y con todas las certificaciones correspondientes.
Por último, Pablo Fazio, socio de la compañía y presidente de la Cámara Argentina de Cannabis (Argencann), puntualizó que “buscamos contribuir a la producción de materia prima de grado farmacéutico que devenga en aplicaciones médicas y terapéuticas, facilitando el abastecimiento de la demanda local para la elaboración de productos nacionales de calidad, accesibles, trazables y de seguridad comprobada, cuidando a consumidores, pacientes y usuarios”.