La recesión y la marcada caída del consumo han resultado en la pérdida de casi 140 mil empleos en lo que va del año. El Gobierno proyecta despedir a otros 15 mil empleados estatales en los próximos meses, exacerbando las ya sombrías perspectivas laborales. Muchas empresas, especialmente en sectores como el siderúrgico, la construcción y las automotrices, están aplicando suspensiones en lugar de contratar personal nuevo.