Una de las actividades que estuvo más golpeada por la recesión económica y la pandemia fue el de indumentaria. Más allá del retorno a la atención, los locales de ropa tuvieron un impacto inflacionario en el último año que se registró entorno al 70%, cifras que alertan. De hecho, en la Argentina se precisan trabajar 59 hs. para comprar un sweater de abrigo según datos de una consultora privada.