Así se desprende del estudio Argenconomics, elaborado por Argencon, entidad que reúne a las principales empresas de la economía del conocimiento; y donde se analiza la performance de la industria en el primer semestre de 2022.
Un período que, indica el reporte, se ha caracterizado por “una fuerte turbulencia económica del país y una gran expansión de la demanda global postpandemia”.
Economía del conocimiento y turbulencia económica
El relevamiento advierte un desempeño del sector similar al expuesto en el último informe a diciembre de 2021, tanto en el plano global como el local.
Es decir, pese a la gran turbulencia económica y cambiaria de los primeros seis meses, junto con el traspaso de empleo formal hacia el informal y el crecimiento de las exportaciones, en Argentina se destaca también otra tendencia clave: el encarecimiento en dólares de los servicios exportados, en tanto el valor del dólar oficial siguió atrasándose respecto del incremento de los salarios locales.
“El primer semestre de este año se caracterizó por dos fenómenos opuestos: la continua expansión de la demanda global de servicios de conocimiento y las limitaciones para el desarrollo de nuestra oferta exportable, afectada principalmente por la persistencia de una significativa brecha cambiaria y una tendencia sostenida de fuga de empleo del mercado laboral formal hacia el informal”, completó Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon.
Crisis del sistema educativo y demanda de talento
Por otro lado, el informe Argenconomics también consigna que la rotación de personal de todas las industrias del conocimiento se mantiene en niveles muy altos, en muchas empresas ha superado el 30% anual, valores que comprometen el desarrollo de las operaciones.
Los efectos retardados de esta descapitalización serán aún más graves, ya que la aceleración de la rotación y la pérdida de muchos líderes de prácticas de las empresas, complican el ciclo de aprendizaje “on the job”, que es la base para la formación de su capital intelectual y de su competitividad global.
Asimismo, la necesaria reposición de los empleados que fugan ha provocado un recalentamiento en la búsqueda de ingresantes. En un contexto de pleno empleo, las empresas demandan más recursos al sistema educativo, que no alcanza a satisfacer en cantidad y calidad la provisión del talento requerido.
A su vez, para las entidades educativas, tanto públicas como privadas, la retención de docentes de calidad se ha vuelto cada vez más compleja.
El estrés del mercado laboral ha producido una serie de respuestas en empresas, entidades educativas y gobiernos que han multiplicado sus ofertas formativas para que nuevas camadas ingresen al sector productivo.
Por último, el reporte de Argencon concluye que “el empleo en los sectores del conocimiento está experimentando fuertes cambios que merecen ser monitoreados para el mejor desarrollo de políticas públicas”.
Al respecto, entre las tendencias más significativas, se destacan:
- La importancia del teletrabajo, o trabajo “desde sus hogares”.
- La participación creciente de trabajo “freelance”, impulsado por la demanda de talento global y la indisponibilidad de dólares en los paquetes de compensaciones del mercado laboral asalariado.
- El despliegue territorial en todo el país.
- La obvia concentración de empleo en segmentos de mayor educación.
- El empleo de personal femenino, por encima de los promedios de industrias tradicionales.