Más allá de la carta de Hebe De Bonafini, lo que queda en claro es que esos reclamos son cuestionamientos de la propia vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Más allá de la carta de Hebe De Bonafini, lo que queda en claro es que esos reclamos son cuestionamientos de la propia vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ella misma manda un mensaje y advierte al presidente de la Nación sobre el posible rumbo económico del gobierno.
Está claro que en el sector del kirchnerismo hay enojo, malestar o disconformismo con decisiones económicas de Alberto Fernández.
Los temas que causan irritación son:
Generó enojo y malestar porque parece marcar una diferencia explícita entre los sectores del gobierno sobre cómo seguir.
Hoy no está como tema porque se discuten temas más profundos como la situación actual de las Pymes afectados por la cuarentena por la pandemia. Un sector del kirchnerismo critica que haya quedado desplazado como tema.
Alberto Fernández cambio su curso de acción a chocar con los empresarios de la propia Vicentin y también con sectores del campo ( como la F.A.A.) con los que no quiere confrontar.
La forma en que se dio marcha atrás (él mismo dijo: "Me equivoqué") y que haya quedado de lado entre las prioridades del gobierno enojó al kirchnerismo.
Hubo aumentos de precios en los sectores en donde el gobierno puede actuar. Alberto Fernández no quiso que se pudiera sumar a la crisis, un faltante de productos o desabastecimiento.
Todo esto hace mucho ruido dentro de los sectores que conforman el gobierno. Lo más importante entonces, es conocer la visión de Cristina Fernández.¿Ha cambiado o no?
Alberto Fernández debe sacar a la Argentina del círculo vicioso de 10 años. Desde 2012, el modelo que fuera exitoso con Néstor Kirchner, está agotado.
Armó su equipo económico con Martín Guzmán, Matías Kulfas y Mercedes Marcó del Pont. No son muy bien vistos por el kirchnerismo.
Detrás de los cuestionamientos de estos días, está la propia vicepresidenta, impugnando lo que hizo en los últimos días el presidente de la República.
Alberto Fernández le respondió a Hebe de Bonafini: "Soy el presidente de todos los argentinos". Cree en el diálogo es su mensaje. No gobierna para un sector sino para todos.
Alberto Fernández tiene un enfoque económico muy diferente al de Cristina. Siempre ha dicho que está emparentado con lo que hizo Néstor Kirchner en su gobierno (era su jefe de gabinete) que con la gestión económica de Cristina.
En un tuit, Agustín Rossi, ha dicho que "Hoy lo importante es bancar a Alberto".
Pero Cristina tuiteó y recomendó un artículo periodístico muy crítico con el acto y las presencias del 9 de julio pasado.
Está diciendo que eso es lo que piensa, "para entender y no equivocarse". Es un mensaje directo al Presidente.
El tema es que más allá de los planes o ideas económicas que tengan los distintos sectores de gobierno, hay una realidad muy diferente a cuando el kirchnerismo llegó al poder y gobernó.
En medio de los reproches del kirchnerismo y los mensajes directos de Cristina.
La economía está en un derrumbe económico como en el 2002. Pero el gobierno no tiene los instrumentos de ese momento.
Hoy para Alberto Fernández, el desafío es cómo actuar con el 45% de inflación, la gente corriendo al dólar, con alta emisión y tratar de evitar una devaluación. Se trata de evitar una crisis aún mayor que se lo lleve puesto.