La alta presión impositiva en la Argentina provoca que la recuperación de la economía argentina sea lenta.
La alta presión impositiva en la Argentina provoca que la recuperación de la economía argentina sea lenta.
“El modelo de desarrollo de los últimos 200 años que puso el foco en aumentar el tamaño del Estado y los impuestos a los privados fracasó. En los próximos 200 años el modelo pasa por hacer que el Estado sea eficiente, provea soluciones digitales y facilite el desarrollo del sector privado en la formalidad con foco en el desarrollo de las pequeñas empresas que son las que mayor empleo generan”, señaló Gerónimo Frigerio.
Este abogado, con 20 años de experiencia en el diseño y ejecución de proyectos en América latina, es ex funcionario del BID y del Banco Mundial.
Acaba de publicar “Simple ”, libro que el traza los lineamientos para acabar con la pobreza en América latina. En una entrevista con A24.com, habló de la Argentina y sus recurrentes problemas.
-¿Por qué Argentina se está quedando rezagada en América latina en cuanto a indicadores económicos?
-Los malos indicadores de Argentina están en línea con los malos indicadores de los otros países de América Latina. Con matices, los países de la región no han encontrado un modelo de desarrollo económico y social que sea sostenible en el tiempo.
Su incapacidad para desarrollarse sintetiza 200 años de fracaso para identificar cómo generar crecimiento de forma sostenible. Más aún, la región en su conjunto ha fallado no sólo en comprender cómo desarrollarse, sino en cómo abordar su principal desafío: la pobreza.
La pandemia de 2020 nos dio a todos los latinoamericanos un diagnóstico compartido: nuestros países han fracasado y la pobreza es definitivamente un problema que nos afecta a todos. Mirando hacia el futuro, el desarrollo de la región está asociado a afrontar el desafío de dejar de ser pobres como primera prioridad.
Los indicadores de pobreza, informalidad y desempleo son clave para reformas a futuro.
-¿Qué razones encuentra para la constante repetición de errores económicos, como los controles de precios, emisión de pesos para financiar déficit desde hace 70 años?
-La razón es simple: América Latina tiene malas reglas. Son reglas trasplantadas de Europa en la época de las colonias. Esas malas reglas generaron malas instituciones, es decir, burocracias que crean “cuellos de botella” para hacer negocios.
A su vez, las malas instituciones generaron una mala cultura de negocios. El clima de negocios de la región, incluida Argentina, es malo.
Hacer negocios en América Latina está mal regulado en términos de tiempo, costos y complejidad en toda interacción entre los privados y el Estado. Un mal clima de negocios hace que el sector privado no pueda desarrollarse.
En consecuencia, si el sector privado no se desarrolla tampoco se crea riqueza ni se generan empleos, sino que solo se crea mayor pobreza.
La repetición de errores seguirá siendo la regla hasta tanto no se adopten reglas simples para un buen clima de negocios que cree riqueza, genere empleo y permitan el desarrollo del sector privado.
-¿Cómo está viendo la reacción de los países en América latina al COVID 19?
-Con buenas intenciones, pero sin herramientas que logren impacto. La acción del Estado no alcanza ante un escenario de pobreza al que no se lo puede asistir en medio de la informalidad.
Es decir, aunque se quiera ayudar a aquellos necesitados, la falta de bancarización y formalidad hacen que la asistencia no llegue a destino. Lo mas importante es lo que los países de la región puedan aprender de esta crisis.
El fracaso y la pobreza de la región nos permiten mirar hacia el futuro aprendiendo de todo lo que no funcionó en el pasado. Los países de América Latina tienen una oportunidad para dejar de utilizar las herramientas que han fracasado en el pasado: reglas rígidas y gasto público por encima de su capacidad financiera.
-¿Cómo puede reducirse la pobreza de manera sostenida en la región?
-América Latina tiene que adoptar reglas simples para que hacer negocios en la región sea mas fácil y económico que en cualquier lugar del mundo.
La región necesita adoptar el mejor clima de inversiones del mundo, especialmente para todo el ciclo de vida de las pequeñas empresas que crean el 60% del empleo de la región.
Esas pequeñas empresas representan el 99% del empresariado de la región. Su aporte al desarrollo de la región sería mayor si tuvieran mejores reglas para hacer negocios y desplegar todo su potencial.
La llave al desarrollo de América Latina está justamente en desarrollar el sector privado, que en América Latina es prácticamente sinónimo de MIPYME, es decir, empresas chicas.
El primer paso para desarrollar el sector privado es a partir de reglas simples para que se puedan hacer negocios en todos los sectores de la economía.
-¿Cómo se cambia en la Argentina la pasión de políticos por el aumento del gasto y la creación de impuestos?
-El modelo de desarrollo de los últimos 200 años que puso el foco en aumentar el tamaño del Estado y los impuestos a los privados fracasó.
En los próximos 200 años el modelo pasa por hacer que el estado sea eficiente, provea soluciones digitales y facilite el desarrollo del sector privado en la formalidad con foco en el desarrollo de las pequeñas empresas que son las que mayor empleo generan.
A partir de la generación de empleo en las MIPYMES, se reducirá la pobreza y aumentará la formalidad. La pasión de los políticos entonces ira mutando de una que no ha generado desarrollo a una que si lo generará toda vez que van a identificar el desarrollo del sector privado con la creación de empleo y la reducción de la pobreza.
Esa fórmula es políticamente exitosa en los países desarrollados y puede -con identidad latinoamericana- ser una fórmula que funcione en Argentina y todos los países de América Latina.