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Hipoteca y Préstamo: ¿cuál es la diferencia entre ambas?

Hipoteca y Préstamo: ¿cuál es la diferencia entre ambas?

Hipoteca y préstamo: dos conceptos que generan entre curiosidad, temor e intriga. Es importante entonces, dejar en claro y de forma separada, qué es hipoteca, qué es préstamo, y la diferencia entre hipoteca y préstamo.

Se confunden habitualmente los términos de hipoteca y préstamo, y se utilizan simultáneamente para referir lo contrario a cada uno. Un préstamo hipotecario es el contrato por el cual una entidad (prestamista) entrega una cantidad de dinero a un particular o empresa (se denominará prestatario), que deberá devolver en un plazo determinado y junto a unos intereses también determinados.

Este préstamo tiene la finalidad concreta y particular de adquirir un inmueble. Por lo tanto, el préstamo hipotecario se convierte en la obligación garantizada para el titular de este, de modo que la garantía de devolución del préstamo es el propio inmueble a través de lo que se conoce como hipoteca.

Una vez incorporado el concepto de préstamo hipotecario, que sería la unión de ambos términos y el factor de tanta confusión entre una definición y la otra, corresponde realizar el desglose.

Una hipoteca consiste en un derecho real de garantía. En el caso del préstamo hipotecario, la hipoteca es la garantía de que el pago del préstamo se llevará a cabo. Es un derecho real que se ha de inscribir en el Registro de la Propiedad y quedará unido al inmueble, de modo que cuando el préstamo hipotecario se ha pagado, si se quiere vender la vivienda, el vendedor tiene que cancelar la hipoteca en el Registro de la Propiedad.

En el caso contrario, sea cual fuere el motivo, se pasa al comprador de la vivienda ya que es un derecho real con efecto ‘erga omnes’, es decir, frente a cualquier persona que quiera adquirir la vivienda). Así, se tiene un inmueble libre de cargas.

Para pasar a limpio y en conclusión: el préstamo hipotecario es la deuda que se establece y la hipoteca es la garantía de que esa deuda será pagada y recae sobre el inmueble que se adquiere.

Las diferencias entre hipoteca y préstamo y los contextos en los que puede ser útil reconocerlas

Si se da una situación de impago prolongado de las cuotas del préstamo hipotecario, las entidades activan el mecanismo para recibir el pago. Este mecanismo pasa por solicitar la ejecución forzosa del bien inmueble, o lo que es lo mismo, ejecutar la hipoteca que es la garantía de pago. Una vez ejecutada la hipoteca se procede a la venta del inmueble en subasta. Y es este fenómeno al que la gente popularmente le “tiene miedo” o por el que invoca a la palabra hipoteca una cuestión negativa.

La dación en pago no es un mecanismo que opere mucho en Argentina y la región, por lo que con la devolución de la vivienda no se suele cubrir el importe que la entidad prestó.

Un hecho que es muy importante saber y no olvidar es que, frente a una deuda de un préstamo hipotecario, el titular responderá con todo su patrimonio, tanto presente como futuro hasta saldar dicha deuda. Del mismo modo ocurre con los avalistas.Y este es otro factor clave al momento de analizar estos conceptos y entender por qué generan curiosidad.

En el caso de un préstamo personal, puede ser solicitado por diversos motivos (estudios, viajes, electrodomésticos, la concreción de determinado proyecto o emprendimiento comercial, etc.) y no suele incurrir en cantidades excesivamente altas de dinero.

Lo más común es que suela ser devuelto en un plazo inferior a 5 años.

Normalmente, el tipo de interés que se debe pagar en los préstamos personales suele ser mayor al de las hipotecas, ya que no se los puede garantizar con un bien inmueble tangible, como sí ocurre en los demás casos.

A pesar de esto, normalmente las entidades que conceden los préstamos personales suelen solicitar la existencia de avales para asegurarse. Por lo tanto, según la finalidad a la que se destine finalmente el dinero, a veces lo más conveniente resulta solicitar una hipoteca para comprar una casa, o un préstamo personal para vacaciones u otro tipo de proyectos más cortos e irrelevantes.

Contemplando toda la información y las diferencias entre conceptos desglosados, es necesario tener presente que si los bancos exigen una garantía hipotecaria, lo más conveniente para acciones menores y trabajadores autónomos sea un préstamo hipotecario.

Este sistema es mucho más flexible para las necesidades de liquidez de un negocio regular o una transacción simple. Así, si se necesita usar una parte del crédito y seguidamente existe la liquidez para poder pagarlo, se lo puede hacer y se tendría de nuevo el total del crédito disponible.

Este curso de pensamiento también permite gestionar los diferentes pagos de los intereses solo por la parte del crédito que se utiliza. Se debe estar seguro de que en el contrato el crédito hipotecario disponible sea “revolvente” a efecto que se pueda operar de esta manera.

La clave es siempre recordar que los préstamos hipotecarios son contratos por los que la entidad de crédito entrega una suma de dinero determinada, obligándose quien lo recibe (denominado prestatario), a restituir otro tanto en la forma y el plazo convenidos, incluyendo los intereses y las comisiones correspondientes y previamente estipuladas por ambas partes.

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