Emocionante

Llegó la pulsera que reemplaza el aire acondicionado, sale $ 12.000

Llegó la pulsera que reemplaza el aire acondicionado, sale $ 12.000

Un grupo de científicos desarrolló Embr Wave, un termostato con correa para utilizar en la mano a modo de pulsera que tiene por objetivo ayudar al usuario a regular la sensación (que no es lo mismo que la temperatura corporal) de calor o frio en su cuerpo.

Creado por Matt Smith, Sam Shames, Mike Gibson y David Cohen-Tanugi, el funcionamiento de Embr Wave se basa en las sensaciones que brinda la temperatura de la piel.

La idea fundacional del Embr Wave surgió como parte de un proyecto estudiantil sus creadores estudiaban Ciencia de los Materiales e Ingeniería en el MIT.

En junio de 2013, mientras intercambiaban ideas en un laboratorio con aire acondicionado, empezaron a tener tanto frio que debieron abrigarse para sentirse más cómodos.

En ese momento, se dieron cuenta de la poca sensación que tenía el split para acondicionar el aire en un enorme espacio de laboratorio hasta el punto en que la gente sintiera frío.

Ese mismo verano, los fundadores construyeron los primeros prototipos del Embr Wave y descubrieron que solo calentar o enfriar una parte interna de su muñeca podrían hacer que los usuarios podrían hacer que sientan más cómodos en general.

Entusiasmados, probaron el equipo con familiares, amigos y extraños. Todos coincidieron: los hacía sentir más “cómodos” en ambientes frio o calientes que no lo eran.

¿Cómo funciona?

El cerebro percibe más la temperatura de la piel y cómo impacta el exterior en comparación con la temperatura de las partes internas del cuerpo.

El objetivo de Embr Wave es “engañar” al cerebro con un dispositivo que emita frio (o calor) en una determinada área de contacto directo con la piel.

Así, el cerebro tendrá una “sensación” más reconfortante, pese a la temperatura real que exista en el entorno del usuario.

El equipo cuenta con una zona de contacto directo con la piel que se puede enfriar o calentar con diferentes intensidades con el objetivo de transmitir la sensación de frio o calor al usuario. Para entender qué es lo que hace basta con envolver un cubito de hielo en una servilleta y colocárselo en la muñeca durante un minuto. O, por el contrario, agarrar una taza de café o té caliente y ubicar la parte interna de la muñeca durante un minuto o dos.

En definitiva, el invento se basa en el Efecto Peltier, encargado de crear una diferencia de temperatura cuando la corriente pasa por dos metales conductores.

Los desarrolladores explican que el usuario puede sentir hasta un rango de entre 11 y 13 grados centígrados más de frio o calor con apenas una sesión de 3 a 5 minutos utilizando el dispositivo.

-

Últimas Noticias