Opinión

Milei quiere llegar al 1% de inflación en septiembre (pero no va a poder)

La inflación en las góndolas dejó de caer y volvieron las remarcaciones. Los límites al Plan Caputo y los problemas con la adquisición de reservas.

Pablo Tigani
por Pablo Tigani |
La inflación de julio fue 4%(Foto archivo)

La inflación de julio fue 4%(Foto archivo)

La inflación de las góndolas no cede. La remarcación es un deporte nacional que afecta al consumidor. El guarismo mensual (IPC) está bajando, pero desde donde fue elevado por el mismo gobierno al principio del mandato. El peor registro mensual de la administración anterior fue en noviembre de 2023, con 12.8%. El peor registro de la administración actual fue en diciembre de 2024, con 25.5%. En enero fue 20.6%, febrero 13.2%, marzo 11%, abril 8.8%.

Se ha trabajado mucho en el análisis de la dinámica de la inflación, pero poco en relación con la economía real. Lamentablemente, no hay modo de medir la magnitud de las distorsiones que hoy actúan en el sistema económico argentino, para determinar de ese modo la causa-efecto que existe entre los sectores monetario y real de la economía.

La inflación núcleo no cae

La “Inflación núcleo o Core Inflation” no ha caído en los últimos meses, y no baja del 5% desestacionalizada. La inflación básica, núcleo o “core” es la variación de los costos de los bienes y servicios, pero no incluye los de los sectores de alimentos y energía. En EE.UU., esta medida de inflación (core) excluyó estos artículos porque sus precios son mucho más volátiles. Ha sido una traza estadounidense de distorsión de la realidad más sofisticada que la de los países latinoamericanos.

Tratando de alcanzar el 1% de inflación mensual en septiembre de 2024, el gobierno está procrastinando aumentos tarifarios. Hay inflación reprimida. Si no fuera el gobierno de LLA, seguramente se hablaría de la existencia de “inflación reprimida”, debido a los semi congelamientos de tarifas de luz, gas, transporte y al atraso cambiario de la “tablita Caputo”.

Políticas para contener la inflación

En julio se detuvieron las subas de la energía domiciliaria y de la actividad económica. En agosto se zanjó la discusión interna, adaptando un ligero avance sobre el impuesto a los combustibles, para evitar la influencia sobre la inflación, y el reajuste será del 3%. Además, se dispuso una tenue mejora en los precios de la iluminación y calefacción domiciliaria, del 4%. A partir del 12 de agosto, escala el boleto de colectivos un 37%.

Concretamente, la inflación sigue siendo alta (alrededor de 4% mensual), el doble de la peor inflación del gobierno de Cristina Kirchner. Lo malo es que la inflación núcleo no queda descendiendo y, seguramente, el ministro y el presidente hayan sido excesivamente confiados al entregar un pronóstico de 1% mensual para septiembre.

Impacto de la política cambiaria

Por otra parte, la política cambiaria contribuye a detener los aumentos en la tasa de inflación mediante el crawling peg de 2% mensual, pero ya adelantaron que bajará y no subirá, marchando al 1%. Esta jactancia no ayuda con la necesidad de sumar divisas al BCRA. Los exportadores no liquidarán.

La suba del riesgo país obedece, en primer lugar, a factores externos, ya que Argentina es muy vulnerable, como vimos el lunes, a los shocks exógenos.

Sobre todo, ahora que se anticipa una clara recesión estadounidense con aumentos de pedidos de subsidios de desempleo, caída de las acciones tecnológicas, pero también por la merma de reservas propias y las dudas que presenta el riesgo de insolvencia fiscal intertemporal debido a los 80 billones de pesos (80 mil millones de dólares oficiales) que vencen en 12 meses, entre el segundo semestre de 2024 y el primer semestre de 2025.

(*) Pablo Tigani es Director de Fundación Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros, @pablotigani

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