Emprendedores

Para cuidar la salud de su hijo, estos padres crearon una marca que ya exporta a Rusia y Taiwan

Ante un vacío en el mercado, fundaron Boti-K Puro, una empresa pionera en su rubro. Cómo desarrollaron un negocio con productos de origen vegetal y, además, amigable con el ambiente.
Carlos Toppazzini
por Carlos Toppazzini |
Emprendedores: Florencia e Ignacio desarrollaron una línea de productos naturales que ocupó un espacio vacío en el mercado. 

Emprendedores: Florencia e Ignacio desarrollaron una línea de productos naturales que ocupó un espacio vacío en el mercado. 

“Nuestro hijo tiene intolerancia extrema a productos de origen sintético y, ante la falta de opciones en el mercado local, decidimos hacerlos nosotros”, cuenta Florencia Villamil Delfabro quien, junto a Ignacio Conde, creó Boti-K Puro, una empresa argentina de cosmética e higiene bionatural que desarrolla fórmulas de origen vegetal y amigables con el medio ambiente.

La pareja comenzó el proyecto a partir de una búsqueda personal para cuidar la salud de su hijo Santino, diagnosticado dentro del espectro autista. Así comenzó el recorrido que los llevó a desarrollar fórmulas con activos naturales, extractos botánicos y aceites vegetales y esenciales.

Después de 10 años en el mercado -se fundó en 2011-, la marca cuenta con 200 productos de fórmulas exclusivas que le permitieron alcanzar un crecimiento sostenido del 200% en la facturación de los últimos 2 años.

Todo a partir de una novedosa propuesta de cosmética e higiene bionatural que toma a la naturaleza como fuente de inspiración y materias primas para desarrollar cada uno de sus productos. Aunque, explica la pareja, “detrás de cada nuevo lanzamiento hay entre 2 y 3 años de trabajo”. En ese sentido, hasta el momento, sus productos más emblemáticos son el bio champú, los bálsamos labiales y el jabón vegetal.

Emprendedores: cómo funciona el negocio

La usina creativa de Boti-K Puro funciona en la localidad de Los Cocos, en la provincia de Córdoba. Allí, la pareja piensa nuevos productos, materias primas y posibilidades de negocio. Sin embargo, todas sus fórmulas se producen y perfeccionan con el aval científico de diferentes laboratorios de todo el país.

Además, toda la logística de distribución y almacenamiento se concentra en San Isidro, provincia de Buenos Aires; desde donde logran que el porfolio completo de la marca llegue a todo el territorio nacional e internacional. Sí, porque ahora, la empresa creada por Florencia e Ignacio también exporta sus productos a Rusia y Taiwán.

“Esto fue posible gracias al esfuerzo de todo el equipo, siempre con una actitud proactiva”, reconoce la pareja. Y agregan que “parte de la clave del éxito está en contar con una estrategia comercial intensiva, realizando la venta a través de múltiples canales”.

En ese sentido, la compañía propone una experiencia de compra online a través de la tienda de su sitio web -con envíos gratuitos a todo el país- y, además, tiene presencia en 300 comercios. De esta forma, asegura Florencia, “el emprendimiento familiar continúa su crecimiento y se proyecta al mundo con exportaciones y con un plan estratégico para llegar a más países en el mediano plazo”.

Un emprendimiento que se hizo global

Cada nuevo paso que da la empresa, tiene mucho trabajo y estudio detrás. “La planificación de ventas al exterior, incluso, nos dio grandes aprendizajes en cuanto a normas internacionales y la satisfacción de abrir nuevos mercados para nuestros productos que, en muchos casos, son únicos en el mundo”, cuentan los emprendedores.

Boti-K Puro empezó con un equipo de apenas 3 personas y una necesidad puntual para atender: “Poner al alcance de todos productos de cosmética e higiene más saludables, amigables con el cuerpo y el ambiente, para generar un impacto positivo en la comunidad”, recuerda ahora Ignacio.

En muchos casos, sus productos son únicos y no tienen competencia en la oferta nacional de biocosmética, como leches balsámicas vegetales, emulsiones balsámicas formuladas de manera exclusiva con aceites de coco o las aguas micelares formuladas sobre agua de flores, entre otros. Además, todos los productos de la marca cuentan con el aval de ANMAT. Son libres de petrolatos, testeo animal, derivados de origen animal y TACC; a la vez que resultan aptos para piel sensible, bebés, embarazadas, veganos, vegetarianos, celíacos, y aquellos consumidores que, por necesidad o elección, buscan un consumo saludable.

“Al mirar hacia atrás, ahora celebramos el éxito de haber logrado algo que parecía imposible”, finaliza la pareja.

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