Las Cuasimonedas, nombre utilizado popularmente por los argentinos para los bonos implementados a lo largo y ancho del país, fueron protagonistas en el comienzo de los 2000.
Las Cuasimonedas, nombre utilizado popularmente por los argentinos para los bonos implementados a lo largo y ancho del país, fueron protagonistas en el comienzo de los 2000.
Durante la crisis económica del 2001 una de las medidas más importantes fue la implementación de las “Cuasimonedas”, nombre que se le dio popularmente a los bonos emitidos por el gobierno de la Nación o por los gobiernos de cada provincia y que se implementaron a la circulación monetaria junto al peso. Los Patacones y Lecop en Argentina fueron los más conocidos y recordados, pero la realidad es que en todo el país se pusieron en funcionamiento al menos diez tipos diferentes de bonos bajo diferentes nombres según la provincia que los emitía. Por ejemplo, en la provincia de Tucumán se implementaron los Bocade; en Formosa y en Entre Ríos los Federal; en Chaco los Quebracho, en Córdoba los Lecor; en Misiones los Cemis; en Mendoza los Petrom; y en Tierra del Fuego los Letras, entre algunos otros.
Pero, ¿qué eran los Patacones y Lecop en Argentina? Los bonos Patacones fueron emitidos entre el 2001 y el 2002 mediante la ley 12.727 en la Provincia de Buenos Aires, durante el mandato del Dr. Carlos Ruckauf, quien se desempeñó como Gobernador desde el 1999 hasta el 2002. En ese entonces, un patacón equivalía nominalmente a un peso convertible. En un principio, estos bonos se utilizaron para pagar salarios de la administración pública provincial, aunque enseguida comenzaron a circular en la economía de manera compulsiva, ya que como respuesta a la gran crisis económica, los comercios no tardaron en incluirlos como forma de pago, en la mayoría de los casos respetando su valor nominal, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Capital Federal. Sin embargo, en cierto momento, también comenzaron a negociarse en el mercado a un valor menor al del peso, acercando su cotización al valor nominal a medida que se aproximaba su vencimiento.
El Gobierno de la Provincia emitió Patacones con valores de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100 patacones y hasta el de 50 centavos, aunque estos fueron de muy escasa circulación. El fin de esta moneda de emergencia se dio en 2003, cuando debido a la eliminación de la Ley de Convertibilidad en Argentina, y dado que el Banco Central podía emitir Pesos sin el respaldo equivalente en Dólares, el Gobierno Nacional puso en circulación mayor cantidad de moneda de curso legal, haciendo innecesario el uso del Patacón.
Por otro lado, los bonos Lecop fueron lanzados por la Casa Rosada para todo el país durante 2001 y 2002 mediante el Decreto 1004/01. Si bien fueron creados por el gobierno de Fernando de la Rúa con el fin de cancelar las deudas del Estado con las provincias debido a la falta de recursos financieros, como la crisis económica era muy grande en 2002, el Presidente Eduardo Duhalde decidió realizar una nueva emisión de Lecop, con la que se pagó sueldos y subsidios estatales que se otorgaban como plan de emergencia económica (como los Plan Jefes y Jefas de Hogar). Estos bonos fueron emitidos en billetes de 2, 5, 10, 20 y 50, también circularon a la par del Peso y se podían utilizar para pagar impuestos y hacer todo tipo de compras.
Los Lecop y los Patacones fueron los bonos más importantes que circularon en la Argentina en la crisis del 2001-2002. Aunque el decreto original autorizaba la emisión del equivalente a $1.000 millones de pesos argentinos en bonos, el monto incrementó a $3.300 millones en la segunda tanda implementada en 2002.
Desde la primera y hasta la última cuasimoneda, todas fueron sacadas de circulación antes de terminar la primera década de los años 2000. En el caso de los Patacones, todos los billetes fueron resguardados en la bóveda del Banco Provincia de Buenos Aires, excepto aquellos que no se pudieron recuperar porque fueron recolectados por los coleccionistas de billetes de la época. A su vez, en 2016, el Banco de la Provincia llamó a licitación para destruir 240 toneladas de billetes que tenía en sus bóvedas.
La emisión de estos bonos le dio a la sociedad un “efecto de vía de escape”, es decir se convirtió en una herramienta para evitar que la crisis económica resultara aún más problemática. En la actualidad, debido a la crisis económica del país, potenciada por la pandemia mundial por covid-19, hubo ciertos rumores que afirmaban la vuelta de las cuasimonedas a la circulación. Sin embargo, el Presidente Alberto Fernández, en una entrevista con el diario “La Voz del Interior”, los descartó profundamente: “Las cuasimonedas están desterradas en Argentina, fueron una emergencia que tuvo que ver con la crisis de la convertibilidad. Nosotros ahora tenemos que ser cuidadosos”, expresó durante el mes de abril en plena revisión de las medidas extraordinarias tomadas por el avance de la pandemia por coronavirus, y agregó: “no se trata de andar emitiendo y tirando plata para que todo pase, porque todo eso vuelve en un conflicto, lo que puede ser pan para hoy puede ser hambre para mañana”.