Guillermo Coppola recordó detalles de cómo fue la dolorosa despedida de su amigo Diego Armando Maradona, quien falleció a los 60 años el pasado 25 de noviembre.
Guillermo Coppola recordó detalles de cómo fue la dolorosa despedida de su amigo Diego Armando Maradona, quien falleció a los 60 años el pasado 25 de noviembre.
El ex manager del Diez le agradeció a la familia por permitirle estar en ese momento tan doloroso y contó que mientras llevaba el cajón por dentro insultaba al astro del fútbol.
“En un momento yo quiero dejar la manija (del cajón) porque estaba su hija, Jana, detrás mío. Pero me dijeron: ‘Nadie mejor que vos para llevar esa manija’”, aseguró Coppola en charla con el ciclo radial que conduce Catalina Dlugi por La Once Diez.
Y señaló sobre lo que fue pensando en ese duro momento: “No le solté la mano hasta el último momento. En el momento en el que lo enterrábamos… En el trayecto, te juro, iba metiéndole insulto tras insulto. Le decía ‘me fallaste’... Sentía que me había fallado”.
“Teníamos charlas de amigos, sobre todo en Cuba, donde estuvimos cuatro años bastante solos, no porque no haya acompañado la familia, sino porque la familia tenía sus actividades, y me decía: ‘El día que me lleves, vos pedí que sea alegre, que no lloren. Nosotros celebramos la vida siempre, la vivimos a lo grande, nos divertimos, vivimos buenas y malas, altos y bajos, pero no me abandones. Llevame hasta el final’. ‘Quedate tranquilo, viejo’, le decía. Y lo llevé yo…”, recordó el empresario.
Y remarcó lo mal que llevó Diego su salud: “Tiró mucho de la cuerda, en el sentido que él dejó su tema que tanto mal le hizo durante el recorrido de su vida, la droga. Pero después fue el alcohol, y cuando no era el alcohol eran las pastillas y los psicofármacos. Entonces, él no tenía un límite. Si le decías ‘comete una porción de pizza, no dos’, él se comía cuatro. Si le decías ‘Diego, hacés mal en comerte dos porciones, comete cuatro’, él comía una. Esos chicos caprichosos… Lo que pasa es que yo tenía el timing, a veces, la mayoría de las veces, porque entre nosotros había un amor especial, un entendimiento, y él sabía que yo sufría cuando lo veía mal. Y él quería que yo estuviera bien”.