"Hola colegas, Quisiera no tener que escribirte este mensaje, pero la realidad me dice que tengo que renunciar a mí banca de senador. Para dedicarme a mi familia y la ELA, la mía y la de todos los que la sufren. Ya veremos si Dios tiene pensado que vuelva a un lugar de representación, pero está claro para mí que hoy no puedo llevar adelante mi carga pública como los bonaerenses que me eligieron se merecen”, comienza la carta.
Y continúa: “Me hubiera gustado manejar esto de otra manera, pero ya me escriben periodistas hablando sobre mí decisión. Una pena. Todos lo que le ganaron a esta enfermedad lo hicieron bajando el nivel de stress. No veo que el Senado los próximos dos años vaya a darme ese ambiente. Ojo dejo el Senado, no la política y mucho menos el sueño de dejarle un mejor país a mis hijos”.
“El Senado que viene no puede depender de que yo tenga un buen día. Va a ser muy finito. El jueves serán mis últimas dos sesiones. Quiero agradecerles de corazón en apoyo y afecto recibido estos cuatro años, pero especialmente el que me brindaron estos últimos meses. Les deseo lo mejor en este Senado que comienza va a ser mucho más entretenido, pero Dios tiene otros planes para mí”, concluyó.