De la euforia con la que salieron muchos dirigentes el jueves de una reunión informal donde contaban con tener los votos para imponer la postura de quitar el famoso régimen que se instauró en 1983 para decidir los descensos, a esta quietud en las últimas horas, donde todo se encamina a debatir para resolver su ejecución en 2 o 3 temporadas. Ya sin conocerle el rostro al damnificado o beneficiado de turno.
Casi a manera de oráculo, el presidente de Boca Daniel Angelici fijó su postura de determinar su aplicación más adelante, y aparecieron luego varios dirigentes en coincidencia con su opinión. De esta manera, pareciera que no tendremos cambios tan repentinos como se esperaban.
Los debates sobre los promedios debieran producirse por este ejemplo Tigre, pero sin embargo surgieron a partir de una decisión política de no quitarles puntos a San Lorenzo y a Huracán por incumplimientos en los pagos a jugadores. Aquel fallo del tribunal de disciplina de la Superliga quedaría sin efecto porque antes que resuelva apelaciones, argumentan que los puntos se ganan en la cancha y que aquello que está escrito y firmado por ellos mismos, no debe ser así. En fin, fútbol argentino.