Sin embargo, fue en 1903, con la llegada del ferrocarril, cuando comenzó a ganar vida propia y se convirtió en un centro de actividad económica en la región de la Sierra de la Ventana. Desde entonces, Saldungaray ha evolucionado hacia un lugar con identidad propia, lleno de rincones históricos y naturales.
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(Foto: Gentileza Estado argentino)
Un cementerio con toque art decó
Uno de los puntos más sorprendentes de Saldungaray es su cementerio municipal, una obra arquitectónica que no pasa desapercibida. La entrada al cementerio fue diseñada en 1938 por el reconocido arquitecto Francisco Salamone, quien dejó su huella en varias localidades de la provincia de Buenos Aires. Salamone, conocido por su estilo monumental y único, creó un pórtico de estilo art decó que se ha convertido en un símbolo del pueblo. Este cementerio es más que un simple lugar de descanso eterno; es una obra de arte que ha ganado reconocimiento a nivel internacional y es un destino imperdible para quienes buscan admirar la arquitectura en lugares inesperados.
Además del cementerio, Salamone también fue responsable de la construcción de la Delegación Municipal y del imponente mástil de la Plaza Independencia, la principal plaza del pueblo. Estas obras se destacan por su estilo único y son un reflejo del carácter distintivo de Saldungaray.
La magia del río Sauce Grande y la Plaza Independencia
El pueblo es cruzado por el río Sauce Grande, un cauce que no solo aporta frescura y paisajes, sino que también se ha convertido en un atractivo para los visitantes. A lo largo de su recorrido, el río ofrece paseos y lugares para disfrutar de la naturaleza. Desde las orillas del río se puede ver el icónico cementerio de Salamone, en una combinación de naturaleza y arquitectura que resulta sorprendente.
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(Foto: Gentileza Estado argentino)
En el centro de Saldungaray, la Plaza Independencia se convierte en el punto de encuentro del pueblo. Desde aquí se puede admirar la iglesia Nuestra Señora del Tránsito, una construcción emblemática que alberga una figura única en el mundo: una imagen de la Virgen María en posición de reposo, traída desde Francia por el propio fundador del pueblo, Pedro Saldungaray. Esta singular imagen convierte a la iglesia en un punto de peregrinación y asombro para los turistas y locales.
Una bodega local y festividades tradicionales
A pesar de ser un pequeño pueblo, Saldungaray cuenta con su propia bodega, un lugar donde se producen vinos de alta calidad como Sauvignon Blanc, Chardonnay, Merlot y Malbec. La bodega ha cobrado gran importancia en la región y es motivo de orgullo local. Cada año, el pueblo celebra la Fiesta de la Vendimia, un evento en el que la comunidad y los turistas se reúnen para celebrar la cosecha de la uva y disfrutar de actividades tradicionales.
Cómo llegar a Saldungaray
Saldungaray está ubicado a 576 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, lo cual equivale a un viaje de aproximadamente siete horas en auto. Sin embargo, para quienes ya se encuentran en la comarca de la Sierra de la Ventana, el trayecto es mucho más corto: solo 9.6 kilómetros que se recorren en unos 11 minutos en auto, lo que hace que Saldungaray sea una escapada perfecta para quienes visitan esta popular región turística.
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(Foto: Gentileza Estado argentino)
Reconocimiento internacional en los Best Tourism Villages
La Organización Mundial del Turismo lanzó la iniciativa Best Tourism Villages para reconocer a pueblos que destacan por su sostenibilidad, su patrimonio y su cultura. Saldungaray ha sido seleccionado como uno de los candidatos de Argentina en esta prestigiosa competencia, junto con localidades de otras provincias como Gaiman (Chubut), Caviahue-Copahue (Neuquén), Los Chacayes (Mendoza), Campo Ramón (Misiones), Villa Tulumba (Córdoba), Urdinarrain (Entre Ríos) y Barrancas (Jujuy).
Este programa no solo busca destacar la belleza de estos pueblos, sino también promover prácticas que ayuden a preservar el entorno natural y la cultura local. Saldungaray, con su rica historia y sus esfuerzos por mantener vivas sus tradiciones, encaja perfectamente en los objetivos de la OMT y tiene el potencial de ganar reconocimiento a nivel mundial.
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(Foto: Gentileza Estado argentino)