

Las personas infectadas y recuperadas,¿quedan inmunes ante la enfermedad del COVID-19 o pueden volver a contagiarse? Ante la falta de una vacuna, es uno de los grandes interrogantes en la lucha contra la pandemia.
Mientras en el mundo hay unos 100 proyectos registrados en la OMS para tratar de obtener una vacuna, no son menos los trabajos científicos para investigar si el cuerpo humano genera anticuerpos contra el coronavirus.
Uno de los estudios más alentadores acaba de conocerse. Si bien es preliminar, proviene de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, con uno de los equipos más prestigiosos en su campo.
Participan en el ensayo clínico para tratar a enfermos de COVID-19 con plasma hiperinmune.
Analizaron a 1.343 personas de Nueva York y alrededores. Todos con infecciones confirmadas o sospechadas. La inmensa mayoría eran casos leves. Los resultados del trabajo demostraron que el 99% de los 624 casos confirmados desarrolló anticuerpos contra el virus SARS-Cov-2.
El volumen de la muestra le da entidad suficiente para aclarar el debate todavía abierto sobre la "inmunidad duradera".
En Corea del Sur sonaron las alarmas mundiales cuando un grupo de 260 personas habían sido declaradas como "reinfectadas". Pero poco después se supo que, en realidad, se trató de "falsos positivos".
Los trabajos científicos avanzan y cada día aportan algo nuevo sobre esta nueva enfermedad que paralizó al mundo. Los investigadores de Nueva York hallaron otra buena noticia.
Los pacientes logran su pico de producción de anticuerpos 15 días después de carecer de síntomas. Esto da el margen de tiempo para esperar antes de realizar un test que ofrezca resultados seguros.
La revista especializada Nature publicó otra investigación importante. El cuerpo humano produce entre su sistema de defensa un elemento que se asocia a la proteína "spike" (espícula) del COVID-19. Esa proteína es la que le permite "romper" las células humanas e infectarlo con su ARN.
Así, actúa en el proceso más importante: evita la reproducción geométrica del virus en el cuerpo humano.
Mientras no exista una vacuna, este mecanismo puede alentar la aparición de un antiviral efectivo contra el COVID-19. Pero siempre queda el interrogante sobre la inmunidad. ¿Por cuánto tiempo? ¿Es para siempre?
Los análisis en China demostraron que aún los pacientes más graves llegaron a desarrollar anticuerpos aunque, tal vez, no en la cantidad necesaria para vencer a la enfermedad. Pero quienes sí pudieron hacerlo mantienen una carga importante de defensas, especialmente si se logra un plasma "hiperinmune" que permanezca en el tiempo.
Hay un dato esperanzador con enfermedades similares al COVID-19 en la familia de los coronavirus. Los enfermos de MERS recuperados seguía inmunizados varios meses después.
Y entre los afectados por el SARS, que tuvo gran impacto en Asia en 2002, el registro de inmunidad superó los 13 años.