Pues bien, todo eso quedó alterado de modo dramático en un instante. Una caída masiva del principal servicio en la nube de Amazon Web Services (AWS) sacudió Internet este lunes, generando interrupciones globales en aplicaciones, bancos, plataformas de streaming y servicios de mensajería.
El incidente comenzó en la madrugada argentina, cuando AWS detectó “tasas elevadas de error y latencias” en múltiples servicios en la región US-EAST-1. La "latencia" es el grado de conexión que tienen los usuarios a cada momento cuando están comunicados. Por ejemplo, una mala "latencia" puede hacer que se corte una película de "streaming", un videojuego en red o una operación bancaria.
Por eso, en cuestión de horas, plataformas como Snapchat, Fortnite, Duolingo, Signal, bancos como Lloyds Bank en Reino Unido y otros servicios dependientes de la "nube" informaron caídas o funcionamiento interrumpido. Además, la app de compra de Amazon, los dispositivos de la marca Ring y otras plataformas hospedadas en AWS también se vieron afectadas.
la nube en la tierra
La "nube" en la tierra. Son las enormes instalaciones que "guardan" millones de datos que alimentan y circulan por la Web. Una falla como la de este lunes en AWS, es como un apagón eléctrico para el ritmo diario de una ciudad o un país o del mundo entero. Nos deja sin poder hacer prácticamente nada. (Foto: Gentileza EFE)
Por qué la falla de AWS afectó a todo el mundo
La magnitud del impacto se explica porque AWS actúa como un pilar de la infraestructura digital de cientos de miles de empresas en todo el mundo: servidores, bases de datos, almacenamiento y servicios clave corren sobre sus centros de datos. Por lo tanto, un fallo localizado en un punto vital puede disparar efectos dominó que alcanzan múltiples sectores: entretenimiento, finanzas, comunicaciones y comercios, por nombrar solo algunos.
Según los comunicados de AWS y reportes de medios, la recuperación empezó pocas horas después de iniciada la falla. Por ejemplo, hacia las 10:30, hora del Reino Unido, se observaban “signos significativos de recuperación” y poco después se confirmaba que “los servicios globales y funciones que dependen de US-EAST-1 también se han recuperado”.
Sin embargo, como la falla repercutió en todo el mundo, algunos retrasos o atrasos en solicitudes y servicios y funciones continúan esperando ser solucionados.
La empresa, además, dijo que la falla se produjo en las instalaciones de AWS de Virginia del Norte (Estados Unidos), uno de los centros de datos más grandes y antiguos de esta compañía.
Pasadas dos horas desde que se notificara por primera vez la incidencia, AWS había contabilizado un total de 58 servicios de su plataforma afectados.
Fallas en la Argentina
Afectó a las plataformas de pago, a los bancos, a billeteras virtuales y a servicios como Snapchat, de la propia Amazon y las redes sociales, o algunas de ellas. AWS tiene la principal "nube" del mundo, el lugar en donde se acumula, la información que circula por la web. Una suerte de limbo informático en donde se deposita todo lo que circula por la web a cada instante en todo el mundo.
Sin importar si es un mensaje de cariño o un secreto del gobierno de los Estados Unidos. En la "nube" se guardan millones de datos "estratégicos" que, cuando se "cae el sistema", nos dejan a ciegas para jugar, pagar un impuesto o comprar una entrada de cine, por ejemplo.
Este episodio pone de relieve dos lecciones clave, como ya hemos visto en otros momentos, como la caída global de las redes sociales, en algunas oportunidades. Primero: la vulnerabilidad de depender demasiado de un único proveedor o región de nube, ya que la concentración genera un “punto único de fallo”.
Segundo: la necesidad de que las empresas incorporen arquitecturas de respaldo, diversificación geográfica, y planes de contingencia ante este tipo de eventualidades. Claro que duplicar estos bancos de datos ("las nubes") pueden encarecer los servicios - de todo tipo - pero parece algo inevitable.
Por dos razones, los fallos ocurren en todos los terrenos y la web no está exenta. Pero además, en esta década, los sabotajes informáticos - a menudo se señala a Rusia como uno de los responsables - pueden ser utilizados como herramientas extremadamente peligrosas, para el funcionamiento y la seguridad del mundo entero.