De acuerdo con fuentes oficiales, el Gobierno argentino intenta elevar la cuota de exportación libre de aranceles, que actualmente es de 20.000 toneladas anuales, a 70.000 toneladas, con un arancel preferencial del 10% para las nuevas partidas. Además, el acuerdo contempla una ampliación de la cuota de 20.000 toneladas para cortes kosher, un segmento clave del comercio exterior cárnico argentino.
En paralelo, Estados Unidos solicitaría una reducción o eliminación de los aranceles de importación que afectan a sus productos en el mercado argentino. Entre los bienes incluidos en la negociación figuran petróleo refinado, gas natural licuado, piezas de aviones, maquinaria industrial, productos químicos y plásticos. Washington también buscaría eliminar la tasa estadística que se aplica sobre las importaciones estadounidenses.
Las tratativas están a cargo del canciller argentino Gerardo Werthein, junto a los secretarios Pablo Lavigne (Coordinación de Producción) y Luis María Kreckler (Relaciones Económicas Internacionales).
Trump justificó la ayuda económica a Milei: ”La Argentina está peleando por su vida"
Consultado sobre las críticas de productores estadounidenses que temen verse perjudicados por un eventual aumento de las importaciones de carne argentina, Donald Trump fue contundente y defendió su decisión.
“Argentina lucha por su vida”, respondió el presidente republicano, y agregó: “No tienen dinero, nada, están luchando tan duro para sobrevivir, y si puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre, lo haré”.
Trump también elogió al mandatario argentino, aunque evitó mencionarlo por su nombre: “Me gusta el presidente de la Argentina. Está tratando de hacer lo mejor. Pero no den la impresión de que les va de maravilla. Se están muriendo. ¿De acuerdo? Se están muriendo”.
Estas declaraciones confirman el fuerte respaldo político y personal que Trump ha expresado hacia Milei, en un momento en que ambos gobiernos buscan consolidar una alianza económica y estratégica.
El propio embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, había anticipado días atrás que se estaba ultimando un “acuerdo comercial muy importante” entre ambos países, que surgió a partir del encuentro bilateral en la Casa Blanca. Según sus palabras, se trata de un entendimiento “histórico y simbólico sin precedentes” para la relación argentino-estadounidense.
Durante su conversación con los periodistas, Trump también aprovechó para hacer un análisis geopolítico sobre América del Sur, y destacó lo que considera un “cambio de rumbo” en varios países del continente.
“Sudamérica está cambiando. Esos países están empezando a acercarse mucho a nosotros. Se están alejando del socialismo. Están empezando a dar un giro. Es bastante sorprendente”, afirmó el líder republicano.
Sin embargo, reservó fuertes críticas hacia el presidente colombiano Gustavo Petro, a quien acusó de liderar un país “fuera de control”.
“Refinan drogas y producen cocaína. Ellos no tienen una lucha contra las drogas. Estoy parando todos los pagos a Colombia. Son una máquina de fabricar drogas y nosotros no vamos a ser parte de ello. Colombia está fuera de control y tienen al peor presidente que han tenido. Es un lunático con problemas mentales”, lanzó Trump.
Expectativa por el anuncio oficial
El anuncio formal del nuevo acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos se espera para los próximos días, según confirmó la diplomacia argentina. Aunque los detalles todavía se mantienen bajo confidencialidad, fuentes oficiales anticiparon que el entendimiento podría marcar un punto de inflexión en la relación bilateral, abriendo nuevas oportunidades para las exportaciones argentinas y fortaleciendo la cooperación económica entre ambos países.
Mientras tanto, las declaraciones de Trump generaron expectativa en el sector agroexportador argentino, que ve en este acuerdo una posibilidad concreta de reactivar el ingreso de divisas y consolidar al país como uno de los principales proveedores de carne de calidad del mundo.
Con un tono pragmático, Trump dejó en claro el doble objetivo de su propuesta: bajar los precios para los consumidores estadounidenses y ayudar a una nación aliada en crisis. “Ayudaríamos a Argentina, un país que consideramos un buen amigo”, insistió.