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Los barbijos, primera barrera contra el coronavirus (Foto: Archivo)
El regreso de las restricciones
La respuesta casi inmediata fue echar mano a las medidas que se tomaron en 2020. Mientras la Unión Europea y otros países -entre ellos, la Argentina- analizaban como instrumentar un pasaporte, certificado o pase sanitario, los contagios se multiplicaron de manera exponencial por la variante Ómicron.
Lo concreto fue el refuerzo de controles sanitarios a la hora de los desplazamientos, con pruebas obligatorias y testeos antes de emprender cualquier viaje.
La otra medida que llegó ante las Fiestas de fin de año fue el regreso de los aforos limitados para las concentraciones de personas en lugares cerrados o al aire libre. Alemania, pionera en el regreso del público a los estadios de fútbol, ordenó que la liga germana continúe con partidos a puertas cerradas.
Los boliches y centros nocturnos se quedaron sin la posibilidad de organizar eventos durante toda la noche. Los aforos en lugares de comida volvieron a limitarse. Además, se comenzó a exigir presentar un pase que demuestre que se recibieron las dos dosis de vacunación frente al coronavirus.
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los pases sanitarios, una costumbre para poder viajar (Foto: archivo)
El barbijo, el símbolo de la pandemia, de regreso.
A medida de los niveles de vacunación completa superaron el 60%, los países comenzaron a despedirse del barbijo. En lugares al aire libre, o estando con grupos familiares. En los colegios, Israel, dio el primer paso con esta medida. Pero con el auge de Ómicron, hubo que volver a usar este elemento como protección doble. Para no contagiarse ni contagiar.
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Con la dispersión planetaria de Ómicron, regresaron las restricciones ante la pandemia (Foto: Archivo)
Cuantas dosis son necesarias, ¿dos, tres...cuatro?
El mundo había llegado a un consenso con las vacunas. Para aspirar a la máxima protección posible es necesario tener dos dosis aplicadas. Y la combinación de vacunas daba todavía mayor rango en los volúmenes de anticuerpos.
Eso fue así hasta el 24 de noviembre. Ómicron tiene mas de 30 mutaciones en su espícula que le permite infectar células sanas. Así, logró disminuir de manera significativa la respuesta proporcionadas por las vacunas. Conclusión: se potenció la discusión sobre una tercera dosis necesaria. DE nuevo, en este campo, Israel fue más lejos. Anunció que tal vez una cuarta dosis sea necesaria.
Por suerte, hasta aquí, lo que se logró averiguar en este mes del "reinado" de Ómicron, se sabe que contagia de manera dramática, pero produce muchas menos internaciones y disminuye el riesgo de muerte, por ejemplo, frente a la variante Delta.