En Francia comienza un juicio por un hecho aberrante. Una mujer acusa a su marido por ser responsable de organizar durante años agresiones sexuales cometidas por otros hombres. El juicio será público para que sirva como ejemplo.
El caso de Gisele Pelicot. Un juicio por violencia de género que conmueve en Francia. (Foto: Gentileza Semana)
"Sacrificada en el altar del vicio". Con esa expresión, Gisèle Pelicot concentra la atención de toda Francia. Es por el juicio contra su marido por una situación inaceptable: durante décadas, su ahora exmarido, Dominique, la drogaba y mientras estaba inconsciente, organizaba violaciones por otro hombres a Giséle. Grababa los abusos y los subía a las redes sociales.
Comienza el juicio que será televisado y público para que sirva como ejemplo y evitar más casos de violencia de género.
Dominique -el acusado- pidió que no fuera público, pero la Justicia aceptó la petición hecha por su esposa para que todo el país sepa de manera directa su padecimiento. La denuncia, además, es contra 51 violadores identificados. Todo se supo por un afortunado "error" del exmarido en la vía púlbica.
Durante décadas, Giséle Pelicot (71 años) creyó que vivía en el mejor de los mundos. Con un marido excelente y ambos, padres orgullosos de tres hijos. Pero un hecho fortuito de le reveló el infierno que padeció durante mucho tiempo sin saberlo. Comenzó el juicio contra Dominique, quien ahora es su exmarido. Está acusado de un crimen aberrante. Montó una red (con las reds sociales) para drogar a su mujer y estando inconsciente permitir que fuera abusada al menos por 51 hombres durante más de una década. Hay dos decenas de hombres más que también están bajo sospecha, pero contando al propio Dominique, son 52 hombres los que afrontan este juicio histórico para Francia.
El juicio es público y televisado para que todo el país sepa a la vejación a la que fue sometida Giséle. "Para que sirva de ejemplo y no vuelva a repetirse", declaró la mujer cuando hizo este pedido que autorizó el tribunal.
La doble vida de Dominique se dio en el seno de su hogar con Gisele y sus hijos. La justicia francesa tiene datos que señalan que el 42% de las violaciones en ese país se dan en los hogares. Pero lo de este caso provoca estupor. El marido de Giséle se anotó en la red social "coco. g.g." un sitio online para acordar encuentros sexuales, cerrada por la justicia el pasado mes de junio. Aprovechando la falta de controles de cualquier tipo, escribió esa frase para convocar a todos los hombres que respondieran afirmativamente. No hizo distinción de ninguna especie: En los 51 acusados hay desde jóvenes, adictos a las drogas y personas muy mayores que incluso son más grandes que Giséle en este momento de su vida (van desde los 26 a los 74 años) .
Dominique le daba drogas para dormir a Gisele cuando estaban solo y una vez inconsciente, hacía pasar a los hombres que convocaba por esa red social. Así, la mujer era abusada varias veces por día en muchas de las ocasiones que la justicia logró hallar pruebas para este juicio.
"Me usaban como una bolsa de residuos", dijo Gisele en su primera exposición ante el trbunal. El fiscal hizo un detallado informe de la acusación y las prácticas del abuso "organizado" por Dominique con el objetivo de ganar dinero: primero, cobrándoles a los "clientes" y luego, al subir lo que grababa por redes sociales. Tan crudo fue el relato, que los tres hijos, en especial la mujer, Caroline, no soportaron la dureza de las pruebas presentadas, con videos y fotografías, por lo que tuvieron de dejar varias vecesla sala. Giséle, permaneció impasible junto a su abogada, en su objetivo de convertirse en un símbolo para la condición de la mujer en Francia. Y todo salió a la luz por un "error" en la calle.
En el año 2020, Dominique cayó por un "error". Hizo algo que padecen muchas mujeres en cualquier lugar del mundo. En un supermercado, bajó su mano con un celular para grabar a entrepierna de una mujer que caminaba con una pollera. Pero afortunadamente, los guardias del lugar lo vieron y lo detuvieron. Años de impunidad se desmoronaron como un castillo de naipes.
"Hice una tontería en la calle", le dijo a su mujer cuando llegó a la casa con la policía. Pero traían una orden para requisar las cosas de Dominique. Cuando llegaron a su computadora, la examinaron y hallaron algo que sorprendió a los agentes y especialmente, a Giséle. Había registros de muchísimas grabaciones y fotografías. En todas, se veía a Giséle, totalmente indefensa, abusada sexualmente mientras su esoso grababa abslutamente cada caso.
Giséle jamás sospecho nada de ese infierno. Por el contrario, Dominique jamás había tenido un comportamiento extraño con ella. Pero comparando esos registros con los datos relevados en esa red de encuentros, "coco g.g." se confeccionó rápidamente la lista de los perpetradores de ese delíto de género durante años. Se llegó a reunir a 72 nombres, pero pruebas sobre 51 de ellos. Más la responsibilidad principal del todavía esposo de Giséle, que se separó de inmediato y lo llevó a juicio. A él y a los violadores con pruebas contundentes.
Dominique y los 51 hombres sentados en el banquillo de los acusados pueden recibir una pena de 20 años de cárcel. El juicio está encaminado porque tiene pruebas demoledoras. A tal punto que el exesposo de Giséle reconoció su culpabilidad. El sacrificio personal de esta mujer de 71años, no solo para que se haga justicia y paguen los abusadores (incluido Dominique). También para ser un ejemplo contundente para toda Francia.
