Terrorismo

El resurgimiento de la narcoguerrilla: la otra cara del secuestro del padre del colombiano Luis Díaz

La liberación del padre del futbolista abre un sinfín de especulaciones sobre el gobierno de Gustavo Petro y el plan de paz. ¿Es una cortina del ELN para ganar espacio en la selva colombiana y el narcotráfico?
Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
El padre de Luis Díaz

El padre de Luis Díaz, liberado por la guerrilla, sin intervención del gobierno colombiano (Foto: gentileza Ancasti).

"Libertad para papá". Tal vez la inscripción que lució el jugador Luis Díaz al marcar un gol en el Liverpool inglés hizo mucho más que las "gestiones" del gobierno de Gustavo Petro. Luego de 12 días secuestrado, "Mané", el padre del jugador, fue dejado en libertad, en buenas condiciones de salud, en la selva de la Guajira.

Estuvieron presentes delegados de las Naciones Unidas, incluso con un auto blanco con las letras en negro "UN", típica imagen de las misiones de paz. Sin embargo, no había nadie del gobierno. La liberación llegó como una decisión de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que afirmó haber secuestrado "por error" al padre del astro colombiano.

Embed

El caso, de todos modos, no solo desdibuja aún más la alicaída figura del presidente Petro, sino que pone grandes interrogantes sobre el proceso de paz con el ELN y el posible resurgimiento o fortalecimiento de movimientos narcoguerrilleros.

libertad para papá.jpg
El mensaje en una camiseta pudo más que la tarea del gobierno colombiano (Foto: gentileza AS).

El mensaje en una camiseta pudo más que la tarea del gobierno colombiano (Foto: gentileza AS).

Un gobierno ausente en el secuestro y la liberación

En el marco del proceso de paz, fue el propio negociador de la guerrilla con el gobierno colombiano quien les dijo a los periodistas en una conferencia de prensa que eran ellos quienes tenían cautivo a "Mané". Hasta ese momento, la información oficial apuntaba a "delincuentes comunes".

A partir de ese instante, la administración de Petro intentó una tibia reacción diciendo que las negociaciones por la paz no podían avanzar con un secuestro abierto. Pero no hubo ninguna tarea de inteligencia en la zona de la Guajira. Los guerrilleros anunciaron que "Mané" sería liberado a la brevedad y eso pareció detener cualquier intento de búsqueda.

Más aún, el ELN puso como condición que solo grupos especiales, como la ONU o la Cruz Roja o la Defensoría del Pueblo, podrían estar presentes en el lugar acordado para la liberación. Y eso fue lo que ocurrió en el día de ayer, jueves.

En plena selva, los secuestradores liberaron al padre de Luis Díaz. Lo esperaba un helicóptero y luego un vehículo de las Naciones Unidas. Nadie del Gobierno.

mensaje de Pedro en X.jpg
El mensaje con el que el presidente Gustavo Petro saludó la liberación del padre del futbolista (Foto: cuenta de "X" de Gustavo Petro).

El mensaje con el que el presidente Gustavo Petro saludó la liberación del padre del futbolista (Foto: cuenta de "X" de Gustavo Petro).

Un gobierno a la defensiva

Petro se presentó en la campaña que lo llevó a la presidencia como la persona que iba a solucionar para siempre el problema de las guerrillas en Colombia. Los procesos de Juan Manuel Santos y de Iván Duque -sus predecesores- lograron que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejaran las armas y se trasformaran en un partido político. Pero la ciudadanía rechazó en un plebiscito varios aspectos del proceso de paz. Sectores residuales de las guerrillas tampoco aceptaron las propuestas gubernamentales.

Petro planteó que era la persona indicada para poner el punto final. Su pasado como integrante del M-19 (pro bolivarianos) le hizo creer que sabría conducir el proceso de paz definitivo.

Su gobierno encaró negociaciones con el ELN, que también tiene fuertes lazos con el chavismo o bolivarianismo de Nicolás Maduro. Actúan o son fuertes en la selva de la Guajira, la región nororiental colombiana que limita con Venezuela.

Precisamente allí se encuentra Barrancas, el pueblo en donde secuestraron al padre del futbolista del Liverpool. Todo lo que sucedió en este secuestro muestra la laxitud del gobierno de Petro o, peor aún, su total ineficacia.

mané díaz.jpg
Mané Díaz, liberado, acompañado por policías. Los guerrilleros del ELN ya se habían perdido en la selva de la Guajira (Foto: gentileza El Tiempo).

Mané Díaz, liberado, acompañado por policías. Los guerrilleros del ELN ya se habían perdido en la selva de la Guajira (Foto: gentileza El Tiempo).

"En tres meses se acaba el ELN"

Toda Colombia recuerda esa expresión de Petro al llegar al poder. Pasó ya más de un año y el ELN parece ser quien domina la escena. Mientras "negocia para la paz", realiza secuestros -como el el Mané Díaz- que le permiten obtener fondos para financiarse. Siguen instalados en la zona de la selva de la Guajira. Desde allí, cruzar a ver a los aliados venezolanos hay solo un paso que se da sin la menor dificultad.

En Colombia se preguntan si el "proceso de paz" es solo para ganar tiempo. Mientras tanto, sectores de la guerrilla profundizan su alianza con los narcos. La combinación les da el poder de controlar un sector de territorio colombiano y con la droga, que va en su gran mayoría a Estados Unidos, la rentabilidad y las operaciones están aseguradas.

Mientras tanto, el gobierno de Petro anuncia en Bogotá reuniones que se dilatan, y así el acuerdo de paz nunca llega. Todos estos inconvenientes prueban que las guerrillas colombianas tienen la capacidad de "reinventarse". Sectores armados se fragmentaron, pero no perdieron su capacidad de acción, como lo demuestra el "caso Díaz"

El ELN, mientras hablaba de la paz, pudo secuestrar al padre de un astro del fútbol colombiano, mantenerlo 13 días cautivo y liberarlo en la más absoluta impunidad. No les pasó absolutamente nada a los responsables.

la onu y un camion de caudales.jpg
el auto de las Naciones Unidas que llevó a Mané Díaz. Delante, en el aeropuerto, un camión de caudales. ¿Casualidad o hubo un pago por la liberación? (Foto: gentileza Vanguardia).

el auto de las Naciones Unidas que llevó a Mané Díaz. Delante, en el aeropuerto, un camión de caudales. ¿Casualidad o hubo un pago por la liberación? (Foto: gentileza Vanguardia).

Durante décadas, la guerrilla y su accionar violento se cobró la vida 200.000 personas (en un cálculo imposible de ser exacto, otros dicen que fueron más de medio millón), ocho millones de desplazados y 50.000 secuestrados.

La Guajira es una de las zonas más desplazadas en esta desigual Colombia. Allí, el narcotráfico sigue siendo fuerte y su vínculo con los grupos armados es intenso.

Pese a sus palabras, Petro, como sus antecesores, no controla esa región. Por eso pudieron mantener 13 días a una persona secuestrada sin ningún inconveniente.

Hace pocos días, un sector muy residual de las FARC, que no aceptó lo firmado por la conducción de esa facción, anunció que suspendía las mesas de negociaciones.

Lo que Petro aseguró que terminaría en tres meses sigue vigente. El flagelo de la guerrilla, asociada al narcotráfico, sigue como una sombría amenaza sobre la vida de los colombianos.

La inflación de este año acumulada es de apenas el 8,27% (lleva 10 meses continuos en descenso). Su PBI ha estado en constante crecimiento desde el año 2000, interrumpido solo en 2020 por la pandemia.

Pese a esa situación económica, la dirigencia política no logra terminar con la guerrilla y los narcos. Mientras, el caso Díaz demostró que una camiseta pudo mucho más que todo un gobierno.

s