Comenzaron a sospechar, cada día más, hasta que decidieron regresar al lugar en dónde se hizo la fertilización. Solicitaron un examen de ADN y así comprobaron una verdad desgarradora. May no es hija biológica de Alexander ni de Daphne. Por error, la implantaron en el útero de otra mujer.
Fertilizacion: De la plena felicidad a una enorme angustia
Daphne y Alexander Cardinale vivían felices con su única hija, Annie. Pero Annie comenzó a decirle a sus padres que le encantaría tener una hermana. Daphne y Alexander, que habían dejado pasar un tiempo prudencial, entiendieron que había llegado el momento para agrandar a la familia. Sin embargo, esta vez, hubo un inconveniente inesperado. Daphne no lograba quedar embarazada.
Recurrieron entonces a un centro especializado en Fertilización asistida (IVF por sus siglas en inglés). Pero trasncurrieron tres años sin poder tener el éxito de que se fecundara un óvulo para poder trasplantar un embrión al útero de Daphne. Hasta que se produjo la gran noticia: Daphne estaba embarazada y Annie recibió el anuncio que tanto añoraba.
Olivia ya tenía 5 años cuando nació su hermanita: May. La felicidad fue completa para todos los Cardinale. Alexander pronto comenzó a sospechar una verdad tremenda: May no se parecía en nada a nadie de la familia. No solo al grupo nuclear. Tampoco a los primos, tíos o abuelos. Todos son predominantemente rubios y May, a medida que fue creciendo, tenía el pelo cada vez más oscuro. No solo eso, no tenía rasgos en común con su familia.
Después de mucho tiempo, y de sugerencias externas a la familia, se decidieron a regresar al centro de fertilización. Pidieron un examen de ADN y el resultado fue devastador. El ADN de May no tiene puntos de contactos ni con Daphne ni con Alexander. Enseguida comprendieron que hubo un error imperdonable. No usaron donantes anónimos para poder ser padres nuevamente. En el centro especializado, fecundaron artificialmente un óvulo de la madre con un espermatozoide del padre. El problema fue que lo implantaron en otra mujer pero, ¿en quién?
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May, Zoe y sus familias. Unidas por un error en procedimiento de fertilización. (foto: Gentileza NYT)
A la búsqueda de otros padres con el mismo grave problema
Pasaron los meses. May crecía junto a su "hermana" Olivia y todos se llevaban muy bien. Sin embargo, May tiene otros padres biológicos y en algún lugar, una familia estaba criando al bebé nacido del embrión de los Cardinali. La frustración y la angustia aumentaba a medida que pasaba el tiempo. May era su "hija" y así la querían, pero la verdad era otra y en otro lugar, crecía su verdadero hijo.
Por suerte, tuvieron una ayuda del destino completamente inesperado. El centro de fertilidad - de California - se puso en contacto con ellos. Dieron vuelta sus registros y lograron encontrar a la otra pareja, con la que intercambiaron por error los embriones. La clínica es muy importante y atiende a pacientes de toda California, de todo Estados Unidos y de todo el mundo. Pese a ello, el matrimonio que buscaban vivía a solo 10 minutos de distancia de la casa de los Cardinali.
Cómo reunirse los cuatro padres y qué hacer con los hijos criados cambiados por error
Esas dos preguntas eran tan complejas como la inicial, al enterarse del error cometido cuando implantaron el embrión en el útero de Daphne. Saber cómo se le daría la noticia a los otros padres y que pasaría luego, ¿intercambiar los hijos que ya habían crecido bastante? ¿Qué dirían los otros padres? ¿Mantener las cosas como estaban desde un principio?
El centro de fertilidad actuó rápidamente con la otra pareja. En cuanto supieron lo que pasó con los Cardinali, fueron rápidamente al otro hogar y con crudeza les contaron lo que había pasado: confundieron los embriones y cada madre dio a luz al hijo de la otra y cada matrimonio, los crio también de manera inversa.
Es decir, cuando los Cardinali, finalmente se reunieron con los otros padres, ya la situación estaba clara para los cuatro. Para acceder a contar la historia, el otro matrimonio prefirió el anonimato. El padre nunca dijo su nombre y la mujer usó "Annie" como nombre imaginario. Zoe, tal como May, había nacido dos años antes y tenía un vínculo fuerte y en desarrollo con "sus" padres.
Para Navidad pudieron dar otro paso fundamental. Los cuatro padres se reunieron y compartieron el tiempo en común. Annie y Daphne rompieron el hielo rápidamente, se abrazaron y lloraron al compartir que durante nueve meses tuvieron una al bebé de la otra hasta dar a luz. Los hombres en cambio, fueron más distantes. no se abrazaron pero se dieron la mano. Alexander además, tenía la compulsión por grabar con su celular o cámara cada momento importante de la familia. Y este era, como no, uno trascendental.
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Zoe y May ya tienen 5 años y vive cada una con su familia real y son muy amigas. (Foto: Gentileza NYT)
Cuál fue la decisión de los padres sobre sus hijos "cambiados"
Los cuatro meditaron y llegaron a la conclusión de regresar a Zoe y May con su familia biológica. Pero no querían perder contacto con quienes fueron sus hijos durante dos años. El hecho de vivir tan cerca, fue clave.
Acordaron un tiempo de transición, para que Zoe y May se adapten a sus "nuevos" padres. Afortunadamente, como saben los pediatras, los niños tienen una capacidad de adaptación y resiliencia fantástica. May Y Zoe, comenzaron a tener 4 padres, varios hermanos y además, ser "hermanas" entre ellas.
Hasta que un día, el esposo de Annie se animó y dijo lo que nadie se animaba. Debían intercambiar las niñas y que cada una fuera con sus padres biológicos. Y así se hizo. Las dos niñas se mostraron extrañas cuando Daphne tomó en brazos a Zoe y Annie a May. Pero con el paso del tiempo todo fue adaptándose sin problemas.
La más afectada fue Olivia. Ganó una hermanita también de dos años, pero perdió a la suya a May, a quien conoció desde el momento en que nació. Olivia necesitó más tiempo y ayuda para comprender y aceptar lo que había pasado con la vida de todos ellos.
Hoy, Zoe y May tienen ya 5 años. Son muy amigas, se ven frecuentemente y festejan sus cumpleaños juntas. Los padres, también se hicieron amigos entre ellos y son los "padres alternativos" de las niñas. May llama "Ma Daphne" y Zoe "Ma Annie" a quienes las tuvieron durante 9 meses en su regazo y las criaron durante dos años.
A Daphne no le gusta usar la expresión "un final feliz". Prefiere decir, con razón: "Es el mejor final posible".