Bolivia tiene una dura situación económica, le faltan dólares y perdió la posibilidad de producir gas en el nivel suficiente para exportar y generar divisas.
Por otro lado, el jefe del ejercito sublevado, el general Zúñiga, fue designado por el propio Arce y al ser detenido dijo que el Presidente le pidió que hiciera esa asonada para poder mejorar su "popularidad" en el Gobierno al hacer abortar la intentona.
evo y arce.jpg
Luis Arce fue ministro de economía de Evo Morales. Eran aliados en el MAS, pero ahora están totalmente enfrentados por el poder en Bolivia. (Foto: Gentileza Los Tiempos)
Clave 1: el enfrentamiento entre Evo Morales y el presidente Luis Arce
Luis Arce fue ministro de economía durante la presidencia de Evo Morales entre 2006 y 2017 y luego durante el año 2019. Logró hacer que la pobreza bajara al 15% y en el año 2018, Bolivia registró un 1,51 % de inflación, la más baja de la gestión e Evo Morales.
Tras el golpe de estado de 2020 y la prohibición para Evo Morales para presentarse una vez más para elecciones presidenciales, Arce fue elegido como su delfín. El exministro que ordenó la economía boliviana ganó las elecciones de ese año con el 55% de los votos.
Pero enseguida sufrieron las diferencias por el poder, más que por cuestiones políticas. Primero por el control del partido del gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS) y luego por la propia jefatura del gobierno.
Evo Morales aspira a ser presidente nuevamente en las elecciones del próximo año. El presidente Arce está en condiciones de ser reelecto y eso choca contra los planes de Evo. Por eso, la relación entre ellos se tensó primero y ahora es francamente mala.
Eso se traduce en problemas para gobernar, especialmente por la disputa entre los sectores del MAS que responden a cada líder en el Congreso. Esta división tambien llegan hasta la figura del militar golpista, que luego analizaremos.
no hay dolares en Bolivia.jpg
Crisis económica en Bolivia. sin gas y sin dólares. (Foto: Gentileza La razon)
Clave 2: crisis económica grave en Bolivia
Pese a esta pelea en el poder, la situación de la economía en Bolivia se mantuvo estable hasta ahora, el último año de gobierno. La inflación acumulada en este año está ya en el 2% anual. En mayo, la Argentina tuvo más del doble (4,2%) en un solo mes. Sin embargo, hay una señal de alarma con los darros del último mes: la variación del IPC (Índice de precios del Consumidor) fue del 3,5% anual, casi el doble de la medición para el año anterior.
Esto se explica básicamente por dos factores entrelazados. Bolivia es uno de los países con mayores reservas de gas en el mundo, pero agotó sus posibilidades de producción por falta de infraestructura. Extrajo gas y lo exportó, pero sin hacer las inversiones necesarias para mantener aceitada la estructura de exploración y explotación. Como consecuencia de ello, Bolivia ya no puede exportar gas a Brasil y la Argentina, uno de sus principales ingresos de divisas.
Sin divisas, la otra cara de la crisis es visible a diario en el país del altiplano: no hay dólares. Lo admitió el presidente Arce y la situación complica a la economía de todo los días, pero también a la hora de compra de insumos para la producción de la alicaída economía boliviana.
Las subas de combustibles propuestas provocaron marchas y bloqueos de camioneros y vehículos de transporte, que estaban en plena protesta cuando los militares intentaron un golpe de Estado.
Luis Arce llegó a la presidencia con el antecedente de haber ordenado la economía en el plan socialista de Evo Morales. A un año de las elecciones presidenciales, es la economía su lado más flaco en la administración.
arce y zúñiga.jpg
El presidente Arce, cara a cara en el Palacio Quemado con el militar sublevado, el general Zúñiga. (Foto: gentileza La Razón)
Clave 3: el factor militar y la actuación del general golpista
Evo Morales forzó la interpretación de la Constitución para poder disputar un nuevo mandato presidencial en 2019 (el cuarto consecutivo, que no permite la carta magna). Las elecciones fueron tan irregulares, que no hubo un resultado definitivo y fue desconocida internacionalmente. Morales ofreció una nueva votación, pero un golpe de Estado lo sacó del poder. La crisis se resolvió con una cuestionada presidencia interina, pero para el llamado a nuevas elecciones, Evo Morales no estuvo habilitado.
Luis Arce, del MAS y delfín de Evo, ganó en primera vuelta la presidencia. En 2022, en plena confrontación con Morales, Arce cambió al jefe mayor del Ejército. Puso en el cargo al general Juan José Zúñiga, quien estuvo preso por corrupción hace unos años. Arce lo consideraba un militar aliado suyo y dispuesto a defenderlo si el enfrentamiento con Evo Morales afectaba la gobernabilidad.
Por eso sorprendió que apareciera con una de las tanquetas que marcharon sobre el Palacio Quemado, la histórica casa de Gobierno (ahora es un símbolo porque hay otra casa de gobierno más moderna). Arce convocó al pueblo a "defender a la democracia" y fue personalmente para quedar cara a cara con "su militar", ahora sublevado. Zúñiga se rindió y fue detenido, junto con un exjefe de la Armada.
Ya como exjefe militar y detenido hizo una confesión que suma otro eslabón para la grave crisis en Bolivia. El general dijo que el domingo pasado, el presidente Arce le dijo que preparara esta asonada, para ayudar a mejorar la imágen pública del mandatario al hacer que los sediciosos se rindan sin disparar un solo tiro.
¿Tan leal a Arce como para inmolarse en una farsa de golpe de Estado? Bolivia, va camino a parecerse a Perú: una alta inestabilidad política, pero con una situación económica controlada. La novedad es que eso era hasta ahora. La economía se deteriora y es un grave problema para los bolivianos.