Los disturbios se produjeron luego de que el árbitro marcara el final del partido y el equipo de Persebaya se adjudicase el clásico de Java Oriental, por 3-2.
Los hinchas del Arema FC., molestos con el desempeño del juez, saltaron en masa hacia “el interior del campo de juego”, según publicó el periódico local Kompas.
El inspector general en Jefe de la Policía regional de Java Oriental, Nico Afinta, confirmó en conferencia de prensa brindada en la localidad de Malang la muerte de “129 personas, dos de los cuales son miembros de la Policía Nacional” sostuvo en un informe de la agencia Media de Indonesia.
El funcionario policial consignó, además, que “hay 180 heridos que están siendo atendidos en hospitales de la zona”, aunque desestimó mencionar cuántos de ellos se encuentran “en grave estado”. Asimismo, detalló que 34 de las 129 víctimas mortales perdieron la vida dentro del estadio.
La situación se desbordó cuando los aficionados del Arema FC lanzaron bengalas y otros elementos contundentes, lo que derivó la reacción de la Policía que efectuó disparos de bombas de gas lacrimógeno.
“Muchas de las personas murieron por el caos, apretadas unas contras otras, a causa de los empujones, pisoteos y asfixia”, detalló Wiyanto Wijoyo, jefe de la oficina de salud del distrito de Malang, de acuerdo a lo revelado por el canal ruso Russia Today.
“Estamos profundamente consternados por lo sucedido. Y repudiamos los incidentes registrados” sostuvo Akhmad Hadian Lukita, presidente de la Liga Indonesia (LIB).