Israel tomó una medida de aislamiento para evitar el avance del COVID-19: durante una semana, cerró los aeropuertos del país, salvo casos de extrema necesidad o excepcionales.
Israel tomó una medida de aislamiento para evitar el avance del COVID-19: durante una semana, cerró los aeropuertos del país, salvo casos de extrema necesidad o excepcionales.
El primer ministro, Benjamín Natanyahu se hizo cargo del anuncio: "Cerramos herméticamente el cielo, salvo raras excepciones, para evitar la entrada de mutaciones del virus y asegurarnos que avanzamos rápidamente con nuestra campaña de vacunación", dijo. La medida entra en vigencia desde el primer minuto de este día martes.
La disposición del gobierno mantiene los vuelos de carga y para luchar contra los incendios, así como para un tratamiento médico, funerales o procedimientos legales, que seguirán autorizados.
Oficiales del ministerio de Salud y de Interior decidirán sobre las peticiones de vuelos "por necesidades humanitarias o personales", precisó el comunicado oficial que instrumenta los "cielos cerrados".
Israel está a la cabeza del mundo en su campaña de vacunación contra la pandemia. Aplica las vacunas de nueva generación. Son los que se basan en el ARN mensajero y su transformación genética para actuar mejor contra el coronavirus.
Israel está cuarto en el mundo en el número absoluto de vacunas aplicadas. Detrás de EE.UU., China y el Reino Unido. Pero es el número 1 en el mundo en porcentaje respecto de la población.
Con 3.615. 145 dosis aplicadas, representa al 41.77% de la población. Se acerca rápidamente a alcanzar la "inmunidad de rebaño" en su territorio.
Por eso, la decisión de cerrar los aeropuertos. Para no sufrir retrocesos en el plan de vacunación mientras Israel vive su tercera etapa de aislamiento desde que comenzó la pandemia en diciembre de 2019.