Héroe solidario

La historia de James Harrison, el hombre del "brazo de oro" que salvó a 2,4 millones de bebés

Por una operación cuando tenía 18 años, se supo que tenía una condición única para la ayuda en temas de salud. Entonces se dedicó a ayudar a las personas y logró salvar a millones de bebés.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
El hombre del brazo de oro y una de las vidas que ayudó a salvar. (Foto: Captura de TV)

El "hombre del brazo de oro" y una de las vidas que ayudó a salvar. (Foto: Captura de TV)

Cuando era un adolescente de 14 años, tuvo que ser sometido a una operación muy delicada. Hubo que aplicarle transusiones de sangre para que pudiera resistir la complejidad de las intervenciones. Y en los años subsiguientes, también requirió más transfusiones para dejar atrás la anemia que sufría y otros problemas fisiológicos.

Entonces, cuando llegó a la mayoría de edad, tomó una decisión que lo marcaría para siempre: si la acción solidaria de otras personas le salvó la vida, la mejor manera de devolver ese "esfuerzo" de los prójimos era hacer lo mismo. Donar sangre. Pero faltaba lo más importante que lo transformaría en este héroe que ahora se retira con todos los homenajes más que justos en Australia.

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El descubrimiento del "hombre del brazo de oro"

Al joven James - desde los 14 años - lo sometieron a análisis constantes de su sangre. Primero para poder operarlo, y luego para monitorear su evolución hasta curarse. En ese proceso, los médicos y bioquímicos descubrieron algo sensacional y único. Su sangre tiene una composición y estructura que podía salvar la vida de miles de bebés al nacer.

La sangre de James, más allá del grupo y factor, tiene un componente especial: un compuesto Anti-D que permite solucionar un problema bastante frecuente como lo es la incompatibilidad de la sangre de la madre con la del bebé que crece en su útero.

Los médicos comprendieron que con su sangre se puede extraer el compuesto Anti-D y prepararlo de tal manera que se inyecte y permita que el bebé no se vea "intoxicado" o "contaminado" por la sangre de su madre, situación que puede ser mortal.

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Esta enfermedad hemolítica del recién nacido o EHRN se puede contrarrestar con el "componente clave" de la sangre de James Harrison. Por eso comenzó una tarea solidaria y humanitaria que se prolongó durante más de 6 décadas. Por el aporte de su sangre que salva vidas, en Australia lo llaman el "hombre del brazo de oro".

Sesenta años salvando vidas a 2,4 millones de bebés

A James le propusieron incorporarse a un plan nacional para ser un donante permanente por el gran valor de su sangre. Lo aceptó de inmediato y su cuerpo fue asegurado en una prima de 1 millón de dólares. Durante toda su vida, acudió regularmente al centro hematológico para cumplir con esta magnífica tarea.

A lo largo de 60 años, los médicos calcularon en cuántos casos su aporte de "Anti-D" ayudó en los embarazos con la sangre incompatible entre la madre y su bebé. En total fueron 1.173 oportunidades en las que le extrajeron sangre para esta donación maravillosa.

Como la sangre de los donantes se separa en sus componentes y se emplea en diversos problemas de salud, James ayudó a solucionar esta "incompatibilidad sanguínea" y gracias a él, 2.400.000 bebés nacieron sin problemas en Australia.

Por eso, es considerado un "héroe" en su país. Pero llegó el momento de ceder la posta.

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Luego de 60 años de donar sangre, el

Luego de 60 años de donar sangre, el "hombre del brazo de oro" realiza su última conribución. En total fueron 1.173 para salvar la vida de 2,4 millone de bebés. (Foto: Captura de TV)

El hombre del "brazo de oro" llegó a su límite

La donación número 1.173 fue muy especial y se preparó un marco adecuado para recibir a James Harrison. Unos globos metalizados tenían ese número sobre la camilla para realizarle el procedimiento de rutina. Pero por última vez. El "hombre del brazo de oro" al llegar a los 81 años de edad, alcanzó el límite que marca la ley para seguir siendo considerado un donante. De lo contrario, por cumplir con ese hermoso acto de solidaridad al prójimo, podría poner en peligro su propia vida.

En todo este tiempo James también aportó el elemento que salva la incompatibilidad sanguínea a su propia descendencia.

"Mi propia hija recibió una de estas inyecciones y su hijo, mi nieto, cumple ahora 23 años. Esto me ha hecho muy feliz, porque yo pude tener un nieto sano y también muchas otras personas", recordó Harrison en su última sesión para donar sangre.

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Algunos de los padres que tienen a sus hijos saludables llegaron a saludar emocionados al

Algunos de los padres que tienen a sus hijos saludables llegaron a saludar emocionados al "hombre del brazo de oro".(Foto: Captura de TV)

Para agradecer su compromiso de toda una vida, el centro médico en donde acude desde siempre, reunió a varias madres con sus hijos, sanos y creciendo gracias a James Harrison. Forma parte de un pequeño grupo de 160 donantes que tienen esta "supersangre". En Australia y en todo el mundo se repite muy poco esta condición.

"Será difícil reemplazarlo", dijo Jemma Falkenmire, del Servicio de Donación de Sangre de la Cruz Roja Australiana. "Soy el culpable del aumento de la población", bromeó el "hombre del brazo de oro" al llegar al "fin de una era".