Libia, con más de 3.000 muertos y 10.000 desaparecidos tras el paso del ciclón "Daniel". (Foto: Gentileza NDTV)
La enorme tormenta de viento y lluvia que sufrió Libia tiene por nombre "Daniel". Sus consecuencias son devastadoras. El saldo al momento es de 3.000 muertos y más de 10.000 personas desaparecidas. El fenómeno natural además provocó una serie de hechos que no hicieron más que sumar terror y muerte al duro panorama inicial.
Una de las consecuencias más graves fue que dos represas ubicadas en torno a la ciudad de Derna cedieron por la enorme masa de agua que se precipitó desde el cielo. Entonces, la ruptura de los paredones de las represas hizo que el contenido de los diques corriera desenfrenado aguas abajo. Todo lo que estaba a su paso quedó destruído.
A tal punto que, solo en esa zona, dicen que los muertos y desaparecidos se deben contar de a miles.
El número de muertos y de desaparecidos no solo sigue en aumento, sino que parece multiplicarse una vez que las aguas se retiran de las zonas que destruyeron. Para las autoridades, esta es la peor tragedia en más de 100 años, solo comparable con la inundación de 2019. Un registro de la Liga de Naciones Árabes tiene la inundación de Argelia en 1927 como la peor de ese grupo de países. Ese año murieron 3.000 personas, pero ahora, la catástrofe de Libia está en ese número y falta mucho todavía. Hay - lo repetimos - 10.000 personas desaparecidas.
A muchas de ellas, arrastradas por las aguas, los rescatistas descartan la posibilidad de poder hallarlos algún día.
Eso es lo que sucedió en la ciudad de Derna. La población es de 49.000 habitantes, pero su importancia para el país estaba dada por las dos represas que se utilizaban para resguardar el agua en un país desértico. Sin embargo, ante el paso del ciclón "Daniel" resultaron "aliados" inesperados contra las personas. Los murallones de los diques no resistieron la presión adicional por la magnitud de las precipitaciones. Primero se resquebrajaron y luego cedieron. El agua sin control corrió hacia abajo, inundó todo a su paso y provocó enormes daños, miles de muertos y desaparecidos.
Hasta que no ceda el nivel de las inundaciones, es imposible estimar su impacto de destrucción y muerte. Para el ministro de salud del gobierno, Othman Abduljalil, Derna es ahora una "ciudad fantasma".
Marruecos, también en África, pero más al occidente, sigue en la penosa tarea de intentar rescatar algún sobreviviente de los escombros. Pero la tragedia, tristemente los hermana, ya que el número de muertos es casi el mismo. Además, comparten otro problema que ahora se siente mucho más: la falta de infraestructura para asistir a todas las víctimas, incluso en los hospitales.
Tanto la Cruz Roja, como la Medialuna Roja ( la versión de esa ONG en el mundo árabe) están trabajando en conjunto. Es que la magnitud de la desgracia es tal que no alcanza que una sola organización pueda ayudar al gobierno libio con las tareas de asistencia, emergencia y rescate.
Las fuerzas armadas también se movilizan ante la tragedia. El vocero del ejército de Libia dijo que las dos presas no resistieron y se derrumbaron por de las inundaciones. El agua corrió y anegó barrios enteros, se los llevó con su corriente y finalmente, depositó el saldo de la destrucción en el mar.
Es por eso que muchas personas que figuran como desaparecidas, jamás podrán ser encontradas.