"Que esta vigilia histórica permita el renacer de un nuevo Perú". El mensaje de Pedro Castillo refleja a la perfección la situación que se vive en el país andino desde que comenzó el recuento de votos para definir la segunda vuelta presidencial.
Pedro Castillo lleva 80.000 votos de diferencia a su favor en Perú (Foto: AP).
"Que esta vigilia histórica permita el renacer de un nuevo Perú". El mensaje de Pedro Castillo refleja a la perfección la situación que se vive en el país andino desde que comenzó el recuento de votos para definir la segunda vuelta presidencial.
El candidato de Perú Libre se mantiene al frente por margen de apenas medio punto. Resta el recuento del 4% de las actas de votación. Suficiente para hacer variar la escasa diferencia de 86.000 votos entre Castillo y Fujimori.
El candidato de la extrema izquierda llamó a "defender la democracia en el recuento de cada uno de los votos". Así de apretada está la elección, que ha dividido al país en dos con precisión quirúrgica.
La candidata de Fuerza Popular estuvo al frente hasta ayer al mediodía. Luego, la tendencia comenzó a favorecer a Castillo, el maestro rural con ideas de izquierda. La tendencia durante el resto del lunes se mantuvo tan estrecha como firme para él. Entonces, Keiko Fujimori cambió de postura. Mientras iba al frente pedía serenidad y se mantenía casi en completo silencio. Pero con el correr de las horas, comenzó a agitar el fantasma de las irregularidades.
Por medio de las redes sociales, desde el Partido Político Fuerza Popular pidieron a quienes votaron por Keiko que presenten pruebas de las irregularidades.
La ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales) y la justicia electoral todavía no se han pronunciado sobre esas denuncias. Pero Fujimori ya tuvo una desmentida de peso. La presidenta de la Asociación Civil Transparencia, Adriana Urrutia, dejó en claro que "No hay ninguna evidencia que nos permita hablar de fraude electoral”.
La indefinición luego de más de un día y medio de terminada la elección también repercute en los mercados. La economía ha logrado "desengancharse" de la inestabilidad política del Perú.
Desde 2001, en 20 años, todos los presidentes de ese país han sido acusados de corrupción. Varios fueron destituidos. Alan García, dos veces presidente de Perú, se suicidó cuando iba a ser detenido.
Sin embargo, la inflación a lo largo de dos décadas es del 2,6% de promedio anual.
Pero ahora, la incertidumbre por conocer el nombre del futuro presidente repercutió negativamente en los mercados. El Sol, la moneda nacional, cayó un 2,44% frente al dólar. Y la bolsa de Lima bajó casi un 8%.
Los "temblores" de la economía se dan, sobre todo, porque los proyectos en pugna son totalmente diferentes.
Pedro Castillo apuesta porque la diferencia, aunque mínima, ha subido a su favor. A Keiko Fujimori, el rescate puede llegar con los votos de los peruanos en el exterior.