Rusia continúa bombardeando a la población civil de Ucrania y un ataque contra la ciudad sureña de Mariupol alcanzó a una escuela de arte donde, según las autoridades, 400 personas estaban refugiadas.
Rusia continúa bombardeando a la población civil de Ucrania y un ataque contra la ciudad sureña de Mariupol alcanzó a una escuela de arte donde, según las autoridades, 400 personas estaban refugiadas.
La Municipalidad de Mariupol dijo que el edificio fue destruido por el ataque y que podría haber personas bajo los escombros. Sin embargo, aún no hubo datos sobre víctimas, informó la agencia de noticias Europa Press.
La semana pasada, una bomba destruyó un teatro de Mariupol donde había civiles refugiados. Al menos 130 de ellos fueron rescatados del teatro, pero muchos más pueden seguir bajo los escombros, informaron las autoridades.
Este domingo, Rusia comenzó a utilizar misiles hipersónicos y balísticos de largo alcance y con ellos destruyó una reserva de combustible del Ejército ucraniano en el sur de Ucrania.
Los misiles Kinjal ("daga", en ruso) pertenecen a una familia de nuevas armas rusa que pueden viajar a velocidades excepcionalmente altas, más de cinco veces la velocidad del sonido. Su velocidad, maniobrabilidad y altitud los hacen difíciles de rastrear e interceptar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que son "invencibles", porque pueden eludir los sistemas de defensa del adversario.
Hasta ahora, el Kremlin no había ocultado su inversión en este tipo de armamento aunque ahora confirmó que su primer uso fue durante la invasión ucraniana.
Mariupol es una estratégica ciudad ubicada sobre el mar de Azov y está sitiada por tropas rusas desde hace más de dos semanas. La ciudad, de 430.000 habitantes, no tiene luz, agua ni calefacción, y casi no hay alimentos ni medicamentos, según sus autoridades.
La Municipalidad de Mariupol dice que más de 2.300 personas han muerto en ataques desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero.
El presidente ucraniano, Voldimir Zelenski, dijo anoche en un video que el sitio de Mariupol pasará a la historia como un crimen de guerra cometido por el Ejército ruso.
“Hacer esto a una ciudad pacífica -lo que hicieron los ocupantes- es terrorismo que será recordado durante siglos venideros", dijo en un habitual mensaje nocturno a la nación.