Testigos describieron escenas de pánico. Una adolescente de 16 años relató: “Eran las 17:56. Oí sillas volar y mesas romperse en el balcón. Una grúa cayó a dos ventanas de la nuestra. Mi hermano me pidió quedarme quieta. Minutos después evacuaron a todos”. Otro vecino contó: “Me salvé porque estaba con los postigos cerrados. Todo se movía alrededor. Abrí la ventana y vi árboles arrancados sobre mi auto y, en la obra, un cuerpo cubierto con una sábana blanca”.
La alcaldía de Ermont informó que “numerosos árboles han sido arrancados” y que los equipos técnicos trabajan desde la noche del lunes para despejar calles y asegurar las zonas afectadas. La presidenta de la región de Île-de-France, Valérie Pécresse, expresó su apoyo a los residentes y aseguró que “la Región respaldará a las comunas siniestradas”.
El tornado sorprendió por su intensidad y breve duración. Según los servicios meteorológicos, el episodio ya concluyó, pero dejó un saldo devastador. Se espera que en los próximos días el Gobierno francés declare la “catástrofe natural” para facilitar la asistencia estatal a los damnificados.
El último tornado con víctimas fatales en Francia había ocurrido en agosto de 2008 en Hautmont, donde murieron tres personas. El balance y la evaluación de daños en Val-d’Oise continúan mientras los equipos de emergencia trabajan en la remoción de escombros y la reparación de las infraestructuras dañadas.