Propuso comprarlas todas a US$54,50 por acción. Bastante más de su valor al mes de marzo. Pero luego puso todo en "stand by" por cuentas anónimas que no podía controlar o detectar. Las acciones comenzaron a caer y también perdió suscriptores. Cuando decidió dar marcha atrás, financieramente para Twitter, todo fue un caos.
Las acciones comenzaron a bajar y este lunes cayeron un 11%. Agentes financieros ven probable un rápido valor de 23.5 dólares por acción, mucho menos de las promesas de Elon Musk. Por eso, la compañía presentó una demanda en su contra. Quiere que el juicio se haga lo más rápidamente posible para obtener una compensación o que Musk finalice la operación. En todo caso, el objetivo final es dejar de perder valor con sus acciones.
Musk, en cambio, pretende todo lo contrario. No quiere pagar la multa porque dice que hay factores propios de la compañía que impiden cerrar la venta y, mucho menos, que la justicia lo obligue a tener que colocar US$44.000 millones y comprarla.
Revés para Elon Musk
La jueza Kathleen Mc Cormick, de Delaware, denegó el pedido de postergación presentado por Elon Musk. Quería posponer el comienzo hasta el 13 de febrero de 2023. Pero Twitter se anotó una resonante victoria en su apuro por definir la cuestión legal. La jueza sentenció que el juicio comience en octubre de este año. En solo tres meses. ¿El motivo? Según sus propias palabras: poner fin a la “nube de incertidumbre” que existe sobre la compañía.
Para el abogado de la red social, el juego de Elon Musk es un intento de sabotaje, ya que esperar 8 meses y medio más para el inicio del juicio solo busca "arruinar a Twitter", según William Savitt.
Para peor, Elon Musk no pudo ni tener frente a frente -de manera personal- a la jueza. El rechazo a la postergación pretendida por el hombre más rico del planeta se hizo por videoconferencia. La jueza McCormick está en su casa, enferma de coronavirus.