La gente no cesa de pasar para dar su último adiós a la reina Isabel II (Foto: Captura de TV)
Las imágenes de la capilla ardiente en el palacio de Westminster para el último adiós a la Reina Isabel II son impactantes. El segundo día de estos cuatro abiertos para la despedida de los ciudadanos comunes de su monarca durante 70 años impacta en todo el mundo. Hay por lo menos 4 kilómetros de cola para poder ingresar al salón especialmente acondicionado en el ingreso al Parlamento británico.
Deben cumplir rigurosas medidas de control de seguridad antes de ingresar a la capilla ardiente. No importa, la gente se multiplica en las colas que ocupan buen parte del centro de Londres, para este último adiós. Nuevamente, la Policía advirtió que hay filas de hasta 35 horas para ingresar al lugar del velatorio público.
Todo está perfectamente organizado, desde el ingreso del público hasta los relevos de los cuerpos de guardia que escoltan el ataúd de la reina Isabel II. Pero durante la noche, uno de los uniformados que estaban en el frente del catafalco que sostiene los restos de la monarca, no pudo más y se desmayó.
Enseguida fue ayudado por otros guardias y compañeros de armas. Fue lo último que pudo verse, ya que la televisión, que transmite en directo todo el tiempo, cambió el enfoque de sus cámaras hasta que la situación logró resolverse y otro guardia tomó el lugar de la persona que se desmayó.
El ataúd de la reina Isabel II llegó para este velatorio público de cuatro días en una procesión desde el palacio de Buckingham. El rey Carlos III y sus hermanos, Ana, Andrés y Eduardo, caminaron todo el trayecto acompañando el féretro. Unos pasos más atrás caminaban el príncipe William y su hermano, Harry.
Pero una de las notas más destacadas de la familia real se vivió en el interior de Westminster Hall. Toda la familia permaneció largos minutos en el lugar mientras se preparaba toda la ceremonia para iniciar el velatorio abierto al público. Allí se sumaron entre otros miembros de la realeza, Kate Middleton y Meghan Markle.
Fue la segunda vez que se pudo ver juntas a las cuñadas tras los incidentes de hace 2 años por la explosiva entrevista de Meghan Markle y Harry a Oprah Winfrey. Cuando la familia real se retiraba de Westminster, ocurrió un detalle para destacar.
Meghan Markle realizó la acostumbrada reverencia junto al ataúd de la reina Isabel II. Pero de una manera muy especial y prolongada, visiblemente emocionada. A su lado, de pie, permaneció su esposo, Harry, duque de Sussex, que inclinó la cabeza.
El paso de los ciudadanos se mantendrá el domingo. Allí comenzará el saludo de las delegaciones nacionales - jefes de estado principalmente - que cumplirán con su último homenaje a la reina Isabel II. El lunes, se realizará la misa final en la Abadía de Westminster y luego, su entierro en la capilla de San jorge en el palacio de Windsor.