Un hecho de violencia policial conmueve a Brasil. Un agente de la policía militar de San Pablo no dudó en aplicar un tremendo golpe de puño en la cara de una mujer de 80 años, que quedó noqueada en el acto.
Un hecho de violencia policial conmueve a Brasil. Un agente de la policía militar de San Pablo no dudó en aplicar un tremendo golpe de puño en la cara de una mujer de 80 años, que quedó noqueada en el acto.
El policía quería detener a un hombre, pero la madre salió en su ayuda a los gritos y manotazos.
Entonces, el agente se dirigió directamente contra la mujer y le aplicó un tremendo golpe que derribó a la mujer de 70 años de edad. Para completar su exceso, mientras la anciana estaba tumbada en el piso, el policía militar amenazó con sacar su arma.
El caso, totalmente registrado por una cámara, está en manos de la policía y de la Justicia para evaluar el comportamiento brutal del uniformado
Una disputa entre dos jóvenes en la zona rural de Agua Franca, en el estado de San Pablo terminó de la peor manera para la señora Vilma de Oliveira de 80 años. Su hijo se trenzó en una discusión con un vecino por la propiedad de una parte del terreno. El intercambio de palabras escaló hasta que comenzó una pelea. Entonces Vilma llamó a la policía para tener ayuda y resguardar a su hijo.
Llegó al lugar un patrullero de la policía militar. El agente Kleber Freitas da Silva bajó del auto y al ver la pelea decidió que los golpes era la mejora manera para frenar, justamente, una pelea. El hijo de Vilma, en el piso, fue esposado y cuando no podía defenderse el agente comenzó a aplicarles golpes de puño.
Fue entonces que Vilma saltó en defensa de su hijo. A los gritos y con unos manotazos contra el uniformado. Freitas da Silva, lejos de calmarse, fue por más. Para sacarse de encima a la mujer no dudó: la midió y le aplicó un tremendo puñetazo de derecha al mentón de la anciana de 80 años que, por supuesto, se derrumbó.
No solo eso, retrocedió un paso y amagó con sacar su arma ante un hombre que ya estaba esposado y la mujer tendida en el piso. Por si fuera poco, había otro policía en el lugar que controlaba al detenido, pero no hizo nada por contener al compañero violento.
Para ese momento, Kleber Freitas da Silva estaba totalmente exaltado. Nunca asistió a la mujer tendida en el suelo por su puñetazo. En cambio avanzó hacia la persona que registró todo con su celular y lo amenazó para que dejara de hacerlo. Incluso intentó apropiarse del celular.
Por suerte no lo pudo hacer. Cuando Vilma se recuperó, con el celular en manos de la familia, fueron hasta la delegación policial y lo ofrecieron como prueba en la denuncia por brutalidad policial que sufrieron.
La reacción esta vez fue favorable. Se le tomó la denuncia y se abrió un expediente contra el policía militar. Kleber Freitas da Silva puede ser enjuiciado por golpear arteramente a la mujer mayor. Por el momento, ya tiene una primera sanción: fue sumariado y apartado de la fuerza.