El informe de la autopsia sobre la muerte del ciudadano negro Rayshard Brooks, en Atlanta, reaviva el clima de efervescencia por la violencia racial de la policía en los Estados Unidos.
El informe de la autopsia sobre la muerte del ciudadano negro Rayshard Brooks, en Atlanta, reaviva el clima de efervescencia por la violencia racial de la policía en los Estados Unidos.
Brooks, de 27 años, murió por daños en los órganos vitales y pérdida de sangre tras recibir dos disparos por la espalda por parte de un policía blanco.
El informe de la autopsia efectuada por esa oficina indica que la forma de muerte fue el homicidio, por "dos heridas de bala en la espalda", señaló un investigador de esa oficina al diario local The Atlanta Journal Constitution.
Con esta confirmación del forense, la oficina fiscal del condado caratuló la causa como "homicidio por disparo de arma de fuego por un policía".
Y las protestas no se hicieron esperar. Al igual que cuando el policía Derek Chauvin aplicó una toma con su rodilla que mató a George Floyd en Minneápolis el pasado 25 de mayo, centenares de manifestantes bloquearon una carretera interestatal y prendieron fuego al local de la cadena de comidas rápidas Wendy's, afuera del cual ocurrió el hecho.
Por las protestas y desmanes, decenas de personas fueron arrestadas, según CNN, citando a la policía de Atlanta.
La muerte de Brooks ha dejado en una difícil posición a la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, quien suena como posible candidata para acompañar al candidato presidencial demócrata Joe Biden.
Su primera acción fue informar que la jefa de policía de Atlanta, Erika Shields, con más de dos décadas de trabajo en ese departamento, "ofreció retirarse inmediatamente del cargo".
Además, la posible compañera de fórmula del demócrata Biden dejó muy en claro su posición: "No creo que esto haya sido un uso justificado de la fuerza".
El inicio de la secuencia que terminó en la muerte de Brooks tiene puntos de contacto con la de Floyd. Especialmente entre la denuncia original y el resultado final: la muerte de un ciudadano negro.
El pasado 25 de mayo, Floyd fue acusado de pagar cigarrillos con un billete de US$20 falso. En el caso de Brooks, había estado durmiendo en su automóvil afuera de un restaurante de la cadena de comidas rápidas. Los empleados llamaron a la policía para quejarse de que estaba bloqueando a clientes.
Brooks estaba alcoholizado y se resistió cuando dos policías blancos intentaron arrestarlo, señaló la Oficina de Investigación de Georgia (GBI).
A Floyd se lo vio siempre en una actitud sumisa ante las autoridades. En cambio, las imágenes del incidente, difundidas el domingo por la policía, muestran una pelea entre los agentes y Brooks, que logra apoderarse de la pistola Taser (arma inmovilizadora) de un oficial y escapa.
Sin embargo, mientras el GBI sostiene que "Brooks se volvió y apuntó con el Taser al oficial, que utilizó su arma", las imágenes muestran que el sospechoso le da la espalda al policía cuando éste le dispara..
Brooks fue llevado a un hospital pero murió después de la cirugía. Garret Rolfe, el policía que le disparó, en tanto, fue despedido el sábado.
El fiscal del condado de Fulton, Paul Howard, dijo que su oficina decidiría si presentaría cargos penales contra Rolfe a mediados de semana. Mientras, un abogado en representación de la familia del fallecido, Chris Stewart, denunció un uso desproporcionado de la fuerza.
"En Georgia la Taser no es un arma letal. Los refuerzos llegaron creo que dos minutos despué s. Lo hubiesen podido acorralar y atrapar. ¿Por qué tuvieron que matarlo? El policía tenía otras opciones que dispararle por la espalda", dijo a los periodistas.
