Hace poco más de dos meses anunció que tenía que someterse a un tratamiento por padecer un cáncer. Desde entonces no se la volvió a ver, lo que hizo resurgir las especulaciones sobre la gravedad de su enfermedad.
Kate Middleton sigue en tratamiento por el cáncer. Desde hace dos meses no se sabe nada de ella (Foto: gentileza Daily Mail).
"La princesa de Gales retomará sus actividades cuando tenga 'luz verde' del equipo médico que la está tratando". Esa es la única información que emitió la corona británica luego de que pasaran dos meses de la última aparición de Kate Middleton. El 22 de marzo grabó un mensaje personal, sentada en el banco de un parque en el que conmovió al mundo. Reveló que tiene cáncer y estaba en un tratamiento con quimioterapia.
La corona británica nunca especificó qué tipo de tumor le hallaron los médicos en la operación a la que fue sometida y levantó tantas suspicacias y especulaciones. Solo se acallaron cuando Kate dio personalmente su mensaje grabado. Pero se limitó a dar esa información y a pedir respeto para salvaguardar su intimidad ante el duro proceso por delante y, al mismo tiempo, poder llevar la situación con sus tres hijos.
Esta nueva y prolongada ausencia provocó la vuelta de las especulaciones sobre la gravedad del cuadro de salud de la princesa. En ese sentido, desde su entorno dieron a conocer un dato revelador: su reaparición pública no será antes de la cercanía del fin de año, si es que todo va bien.
Hay un sector de la prensa británica que vive -literalmente- de publicar noticias sobre la Casa de Windsor. Hay un "pacto" que se cumple de dar noticias sin ser del todo "amarillistas". Pero en este año, todo se ha trastocado. El rey Carlos III, que esperó toda su vida para ser coronado, también supo que tiene cáncer antes de cumplir un año como heredero de su madre, la reina Isabel II, que se mantuvo durante 70 años al frente de la Casa real.
Al mismo tiempo, la noticia del tumor de Kate Middleton provocó tanto o más impacto que la salud del rey. La princesa de Gales es la persona más "carismática" o apreciada de la realeza, y era esperada como reina junto con su esposo William. Además, tiene apenas 42 años.
Esta combinación de problemas produjo una "sequía de informaciones" que complica a los medios especializados.
Por eso, en este último mes regresaron todos los "fantasmas". A saber:
Esa es casi la única buena noticia que comenta la Casa Real. Se refieren al tremendo impacto emocional positivo que tienen sobre Kate Middleton los millones -sí, millones- de cartas, mensajes y ofrendas, como los tradicionales ositos "Paddington".
La oficina del palacio de Kensington, encargada de los mensajes oficiales, ha declarado que pese a estar desbordados por estos mensajes que llegan de a miles diariamente, les llegan a la princesa y tanto ella como sus colaboradores responden a todos ellos.
Habitualmente, cuando la salud no era un problema grave para la realeza, a palacio llegaban hasta 1.000 cartas cada semana con diversas consultas o pedidos o saludos. Pero desde que se supo la enfermedad de Kate Middleton, los mensajes crecieron de manera exponencial.
No ha habido ninguna actualización oficial sobre su salud desde entonces. Medios como el Daily Mail se enfocan en referencias externas. Si no hay movimientos fuera de esta nueva rutina, se puede concluir que el tratamiento va dando resultados positivos.
Aunque el Palacio de Kensington destacó que todavía necesita mucho tiempo y espacio para recuperarse.
Hace poco llegó un mensaje con su firma para el “grupo de trabajo empresarial” de sus primeros años en palacio. Hubo quienes se entusiasmaron pensando en que retomaría sus tareas, ya que ella fue quien lo formó. Pero no será así. Seguirá su recuperación en Adelaide Cottage, una de las tantas dependencias del Palacio de Windsor, en donde permanece con sus hijos.
Por ahora, no se ha informado nada más sobre su salud. El príncipe William ha asumido ciertas tareas oficiales que su padre no puede cumplir. Incluso, hace viajes los fines de semana. El tiempo que permanece Kate sola con sus hijos sirvió para volver a alimentar los rumores de infidelidad del príncipe, a pesar de la enfermedad grave que tiene su esposa.
Pero nada escapa del mundo de chimentos o murmullos que siempre circundan a la corona británica. La última imagen de valor para la prensa fue cuando William concurrió con su hijo mayor, George (10 años), a Wembley, para entregar al Manchester United el trofeo por ganar la FA Cup.
Kate Middleton, en tanto, sigue siendo una figura alejada de los medios y sin apariciones públicas. Nadie sabe cuándo podrá modificarse esta situación.
