Dialogo tenso

Azafata detenida por la amenaza de bomba: la tensa relación con su hija y el chat que revela cómo se armó todo

Una conservación con reproches y quejas entre Daniela Carbone y su hija, Candelaria, en las horas previas a quedar detenida por la amenaza de bomba en el vuelo AR1304 de Aerolíneas Argentinas, deja en evidencia las diferencias entre ambas.
El conflicto familiar que desencadenó la amenaza de bomba en la azafata y su hija: Sos una mentirosa

El conflicto familiar que desencadenó la amenaza de bomba en la azafata y su hija: "Sos una mentirosa, sólo pensás en vos".

Todo comenzó con una grabación con una voz distorsionada que decía: "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos".

Según el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, Carbone, una azafata que lleva trabajando en la empresa más de veinte años, utilizó el teléfono de su hija con un chip prepago para realizar la amenaza.

Este hecho habría sido el resultado de conflictos entre la comisario de a bordo, quien se negó a declarar ante la Justicia el martes pasado y sigue detenida en el Aeropuerto de Ezeiza, y su hija de 21 años.

El chat entre Daniela Carbone y su hija: reproches y quejas

El domingo, previo a la amenaza de bomba del vuelo AR1304, Carbone se comunicó con su hija Candelaria y mantuvieron una conversación tensa y conflictiva.

La azafata había viajado a Estados Unidos el viernes 26 y el domingo le tocaba regresar a Buenos Aires. Extrañaba mucho a sus mascotas, su perro y su gato, a los que consideraba como sus propios hijos en sus perfiles de redes sociales.

carbone e hija.webp

Tan pronto como pisó tierra firme, Carbone se comunicó con su hija y le comentó que estaba "muy cansada" y que el vuelo se le hizo "interminable".

La relación entre madre e hija venía tensa durante toda la semana mientras ambas intentaban recuperar desesperadamente la contraseña de iCloud, la nube que almacena los datos del iPhone de Daniela.

Se presume que perdió el acceso a su cuenta cuando cambió el chip para realizar la amenaza de bomba, según la hipótesis de la investigación.

Cualquier detalle era motivo de discusiones, como por ejemplo, el hecho de que Candelaria tardara unos minutos en responder los mensajes de Daniela con instrucciones para iniciar sesión desde diferentes dispositivos o recordar correos electrónicos y contraseñas.

No eran ni las ocho de la noche del domingo y la discusión no mostraba señales de disminuir. "Eres insoportable". "No se puede hablar contigo". "Estuve trabajando y lejos de casa cinco días". "Llegas y no dejas de dar instrucciones". "Ya sé que tengo que ayudar". Así continuaba el diálogo entre Carbone y su hija. "Si vas a estar con cara de orto cuando llegue y no se te puede hablar, andate a lo de tu novio... Todos estos días estuviste con él en casa".

azafata.png

Nada presagiaba lo que estaba a punto de ocurrir en Ezeiza. La falta de respuesta de Candelaria ante el aluvión de preguntas de Daniela, quien quería saber cómo estaba su gata Blanquita, llevó a un nuevo nivel la tensión entre ambas.

"Blanca está bien, tranquila, no se murió. Y la parrilla está limpia", respondió la hija con sarcasmo, aumentando la temperatura de la azafata. "Sos una mentirosa, no te creo nada, sólo pensás en vos".

Con reproches y reclamos, Carbone intentaba hacerle entender a su hija que colaborara más en el hogar, pero no lograban ponerse de acuerdo. "Todo es culpa mía, no se te puede hablar", insistía la azafata, mientras que Candelaria no le daba tregua. "Cuando bajes un cambio, seguimos hablando. Con vos así, no se puede".

daniela carbone e hija.png

La tensa conversación llegó a su punto máximo cuando Carbone señaló el egoísmo de su hija, quien sin anestesia le reprochó: "La egoísta sos vos, que me podés cagar la vida a mí por una pendejada".

La "pendejada" tendría que ver con el uso del teléfono de la joven para hacer la amenaza.

Pasaron unos minutos más, mientras los pasajeros que llegaban a Buenos Aires iban desembarcando del Airbus A330 de la aerolínea nacional.

Hasta que algo cambió todo: "Hija, me llevan detenida", dijo Daniela. Candelaria no lo podía creer. Su madre le pidió que llamara urgente a un contacto. Candelaria hizo el llamado indicado y se desayunó con todo lo que estaba ocurriendo.

Carbone, mientras era llevada detenida, alcanzó a decirle a Candelaria: "Hija, ni una palabra a nadie".

Se habló de
s