César Rodas fue víctima de un crimen desgarrador: lo golpearon, lo mataron y luego intentaron ocultar su cuerpo. Su historia sacude a Mendoza y deja al descubierto una escena de horror.
César Rodas habría sido sometido a una violenta secuencia de torturas durante al menos cinco horas antes de morir.
La investigación por el brutal homicidio de César Darío Rodas, ocurrido en una vivienda de Guaymallén, Mendoza, sumó detalles escalofriantes en las últimas horas. El hombre habría sido sometido a una violenta secuencia de torturas durante al menos cinco horas antes de morir.
El crimen ocurrió en una casa ubicada sobre la calle Adolfo Calle al 1900, donde Rodas, un artista callejero de 45 años, convivía como inquilino. De acuerdo con la reconstrucción judicial, todo comenzó con una fuerte discusión entre la víctima y sus agresores, que derivó en una espiral de violencia extrema.
Según los primeros informes, el hombre recibió un golpe inicial en los pies -posiblemente con una pala de jardín- que lo hizo caer. A partir de ese momento, comenzó un calvario que se extendió durante varias horas. La víctima fue golpeada con distintos objetos, entre ellos una manopla, una pata de cama de madera y la misma pala utilizada al inicio.
Una fuente cercana al caso confirmó que el cuerpo presentaba signos de múltiples agresiones, aunque la causa exacta de la muerte aún no fue determinada. “El nivel de violencia fue tal que el cuerpo estaba prácticamente dividido”, precisaron.
Entre los elementos recolectados como prueba, se encuentra una botella de cerveza con la que se sospecha que la víctima fue agredida sexualmente, además de una Biblia manchada de sangre, con la que presuntamente lo obligaron a leer fragmentos mientras era atacado.
Tras el asesinato, los implicados escondieron el cuerpo debajo de una cama. Al día siguiente, comenzaron a desmembrarlo en un intento por deshacerse de los restos. Parte del cuerpo fue quemada y otra habría sido devorada por los perros que vivían en la casa.
Por el hecho ya fueron detenidas tres personas. Adriana Suárez, quien cumplía arresto domiciliario desde 2020 por un robo agravado; su pareja, Marcelo “El Porteño” Altamirano; y Ángel Quiroz, de 32 años, detenido recientemente como partícipe necesario. Todos están imputados por homicidio agravado por ensañamiento, delito que prevé la prisión perpetua.
Suárez, al ser detenida, declaró que Rodas había abusado sexualmente de una de sus hijas, de 16 años, y que ese habría sido el motivo del ataque. Sin embargo, la Fiscalía de Homicidios desestimó esa versión tras los exámenes realizados por el Cuerpo Médico Forense, que no detectaron signos de abuso en ninguna de las menores que vivían en la vivienda.
La fiscal Andrea Lazo continúa al frente de la causa, que conmocionó a la comunidad local por la brutalidad del crimen y el nivel de violencia ejercido sobre la víctima.
