Prueba clave

Cómo era la fosa en donde fue enterrado Diego Fernández Lima: qué dice el informe oficial

La pericia forense sobre el crimen contradice la versión del principal sospechoso, Cristian Graf, que intenta desvincularse pese a los hallazgos en su terreno.

Personal de EAAF en la fosa. 

Personal de EAAF en la fosa. 

Una pericia del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se convirtió en la prueba central y contrasta la defensa de Cristian Graf, principal sospechoso en el crimen de Diego Fernández Lima, el joven cuyo cuerpo fue hallado enterrado en un terreno de Coghlan, a metros de la casa donde vivió el músico Gustavo Cerati. Qué detalla el informe.

El hallazgo del cadáver, ocurrido el pasado 20 de mayo durante una excavación, derivó en una investigación judicial que apunta a determinar si Graf tuvo alguna participación o encubrimiento en el crimen. Aunque la defensa sostiene que los restos fueron encontrados fuera del terreno de su cliente, el estudio del EAAF contradice con evidencia técnica esa afirmación.

Según pudo saber Infobae, la excavación realizada por el equipo forense identificó con claridad el sitio original de inhumación, estableciendo que el cuerpo fue enterrado dentro del terreno perteneciente a Cristian Graf y que los restos hallados fuera del predio se deben a movimientos de tierra posteriores, probablemente por maquinaria pesada.

El informe pericial presentado por el EAAF al fiscal Martín López Perrando reveló que la fosa funeraria tiene una orientación oeste-este y está ubicada de manera íntegra dentro del predio ubicado en Av. Congreso 3748, propiedad de la familia Graf. Las dimensiones de la fosa —1,20 metros de largo, 0,67 metros de ancho y 0,60 metros de profundidad— son consistentes con un solo acto de inhumación primaria.

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La fosa donde estaba Diego Fernández Lima.

La fosa donde estaba Diego Fernández Lima.

El informe detalla que algunos fragmentos óseos aparecieron en el predio vecino —un obrador—, pero el análisis estratigráfico y arqueológico concluyó que esos restos fueron desplazados por movimientos posteriores de tierra, sin que exista evidencia de una segunda fosa. “El sitio de inhumación se encuentra íntegramente en el terreno lindero, siendo los restos encontrados en el obrador resultado de una alteración secundaria postdepositacional", señala el informe oficial.

Este punto es clave para la fiscalía, que sostiene que la defensa intenta instalar una confusión respecto a los límites del terreno y al origen del hallazgo. La evidencia científica, sin embargo, respalda la hipótesis de que la víctima fue enterrada en la propiedad de Graf.

La estrategia de la defensa: cambiar el escenario

A pesar de la contundencia del informe, Cristian Graf y su abogado, Martín Díaz, han intentado desacreditar la pericia del EAAF. En declaraciones a la prensa, el abogado sostuvo: “Los restos óseos fueron hallados en la propiedad de al lado. Ese es el primer error; no estaban en la propiedad de Graf”.

La defensa también argumenta que los límites entre los terrenos estaban alterados al momento del hallazgo, y que podría haberse producido un deslizamiento del cuerpo desde un parque vecino. Incluso mencionan una presunta filtración de agua desde una pileta que habría modificado la ubicación original de los restos.

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Los restos de Diego Fernández Lima.

Los restos de Diego Fernández Lima.

Graf repitió esa teoría en una entrevista a un canal de noticias, su primera aparición pública desde que comenzó la causa. “El cuerpo apareció abajo de la ligustrina, cuando estaban haciendo la medianera. Esta pared es nueva. Antes había solo alambre y plantas. No había una pared que marcara un límite claro", declaró.

Un límite en discusión, pero una fosa sin dudas

Sin embargo, el informe del EAAF desacredita esas afirmaciones. Los peritos realizaron una excavación meticulosa en el límite entre las propiedades de Congreso 3748 y 3742. A través del estudio de la estratigrafía —es decir, las capas de tierra y su disposición— y la morfología del terreno, determinaron que la fosa nunca estuvo dividida entre dos terrenos: siempre perteneció al lote identificado como propiedad de los Graf.

A esto se suman los elementos recolectados en el lugar, que muestran que la disposición original de los huesos no fue alterada más que por intervenciones posteriores a la muerte, como excavaciones o movimientos de tierra con maquinaria.

La explicación de la defensa sobre una supuesta filtración o corrimiento provocado por agua fue directamente descartada por los forenses y por fuentes judiciales. “No hay evidencia de desplazamientos naturales que pudieran haber movido un cuerpo completo hacia otro lote. Sí hay desplazamiento de fragmentos, pero provocado por actividad humana posterior”, indicaron desde la investigación.

Por qué no prosperó aún la imputación directa

A pesar de la prueba forense, el juez del caso aún no autorizó la indagatoria de Cristian Graf por encubrimiento, a pesar del pedido del fiscal Perrando. El magistrado considera que, por el momento, la figura delictiva no está lo suficientemente acreditada como para avanzar con una citación formal.

En esta instancia, la Fiscalía pone su foco en los testimonios de los obreros que encontraron el cuerpo, quienes declararon que los huesos aparecieron cuando trabajaban en la construcción de una medianera. Sin embargo, estos testimonios han sido atacados por la defensa, que intenta sembrar dudas sobre su veracidad o precisión.

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Cristian Graf, sospechoso del crimen de Fernández Lima.

Cristian Graf, sospechoso del crimen de Fernández Lima.

A diferencia de los dichos de los obreros, la pericia del EAAF constituye una prueba técnica, objetiva y respaldada científicamente, lo que la convierte en el punto más fuerte de la acusación. La dificultad de la defensa radica precisamente en refutar esta clase de evidencia, que no depende de percepciones ni recuerdos, sino de datos concretos.

Una ubicación clave: la casa donde vivió Cerati

El hecho de que el cuerpo de Diego Fernández Lima fuera hallado en un terreno ubicado justo al lado de la casa donde vivió Gustavo Cerati generó un interés mediático adicional. Sin embargo, lo esencial de la causa gira en torno a la precisión del lugar de inhumación y la posibilidad de probar que Graf conocía o participó en la ocultación del cadáver.

Por ahora, la causa sigue en etapa de recolección de pruebas, con el foco puesto en tres aspectos clave: el lugar exacto del entierro, los posibles movimientos del cuerpo, y el rol que pudo haber tenido Cristian Graf en el hecho o en su posterior encubrimiento.

Mientras la defensa insiste en desplazar la responsabilidad hacia el terreno vecino y cuestionar los testimonios, la Fiscalía confía en que la evidencia forense será suficiente para sostener la imputación. La disputa no será solo jurídica, sino también científica, y tendrá su desenlace cuando se decida si Graf debe o no enfrentar una indagatoria.