“La excepción se hizo sobre la adolescente de 17 años, para quien, si bien fue declarada responsable del mismo delito, el tribunal decidió que, al tratarse de una menor de edad, la imposición punitiva quede sujeta al resultado del tratamiento tutelar que se aplique”, detallaron desde el Ministerio Público Fiscal.
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Las condenadas cuando fueron detenidas por Gendarmería (GNA)
A las imputadas María Rosa Vaca, Tamara Benítez, Lorena Sixta, Ana Tercero, Tania Liendro y Delia Primero se les impuso la pena de 6 años y 3 meses de prisión. Respecto a Eliana Sixta, quien registra una condena previa de 2022, la condena fue unificada en 7 años y 3 meses de cárcel.
Natalia Vaca, quien también registra antecedente condenatorio, fue declarada reincidente, con una pena única de 7 años y 9 meses. Por último, Silvana Sixta, también con una condena previa, recibió una sentencia de 7 años y 3 meses.
En el juicio se ordenó que seis de las condenadas vayan a la cárcel, mientras que Tercero, Primero y Natalia Vaca, tendrán un régimen de prisión domiciliaria al tener niños a cargo, uno de ellos con discapacidad.
El caso fue considerado grave por el alto grado de pureza de la droga y porque con la cantidad incautada se podía producir casi medio millón de dosis. Es que, de acuerdo a la información aportada en el expediente, la cocaína secuestrada tenía un peso total de 60 kilos, con un 82% de pureza y una capacidad de producción de 495.077 dosis.
La investigación se inició el 4 de septiembre de 2024, cuando gendarmes efectuaban un control rutinario e inspeccionaron el colectivo, que viajaba con 21 pasajeros. Los uniformados detectaron bultos sospechosos ocultos a la altura del abdomen y la cintura en diez pasajeras, lo que los llevó a requisar, en presencia de testigos y personal femenino de la fuerza, a las involucradas.
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Así llevaban las condenadas la droga adosada a sus cuerpos (GNA)
La Fiscalía probó que las mujeres actuaron de manera articulada
El juez Batule remarcó la dimensión del caso, subrayando que “no existe antecedente en el país de una condena a nueve mujeres y una menor declarada responsable en una causa de tráfico de estupefacientes”. También se advirtió sobre la utilización de mujeres en maniobras delictivas por parte de organizaciones criminales, quienes conocen los límites y criterios del sistema en estos contextos.
Durante el juicio, el Ministerio Público Fiscal probó que las mujeres actuaron de manera articulada: viajaban juntas, sentadas en asientos contiguos, transportando los paquetes del mismo modo y en contacto frecuente por teléfono. La pericia sobre los celulares secuestrados permitió reconstruir la logística y los vínculos familiares del grupo.
Y en su resolución, el tribunal sostuvo que, si bien muchas acusadas reconocen una situación de exclusión social, ello no elimina la gravedad del daño potencial para la salud pública representado por la cantidad y pureza de la sustancia incautada.