Según trascendió, por el momento se descartó que el disparo se haya efectuado a "quemarropa", es decir a corta distancia, tal como lo dieron a entender los otros policías y como lo sugirió el mismo imputado.
La pericia balística forense determinó que el proyectil procedió de una distancia no menor a 1 metro, mientras que la secuencia fáctica sitúa al tirador a por lo menos 5 metros de la víctima. Además, el análisis de la ropa del adolescente de 16 años, no muestra signo de deflagración, lo que indica que señal el arma estaba alejada de su cuerpo.
Crimen Luciano Olivera: ¿Qué pruebas hay y cómo sigue la causa?
Noticias Argentinas, detalló que de acuerdo a las cámaras de seguridad del lugar, se observa al efectivo protegerse en la puerta trasera izquierda del patrullero y disparar cuando la motocicleta aún está bastante por delante del móvil.
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El adolescente fue asesinado en el marco de un supuesto control policial.
Luego de recibir los informes de las pericias, la fiscal agravó la acusación contra González por alevosía y por el uso de arma, y lo citó nuevamente para que declare bajo la calificación para el próximo lunes a las 9.
La distancia de disparo también es relevante porque podría generar que los otros compañeros del policía afronten cargos por falso testimonio, ya que aseguraron que el disparo había sido casi con el "menor encima".
Luciano Olivera fue asesinado de un disparo en el pecho durante la madrugada del viernes 10 de diciembre en el marco de un supuesto control policial. Según se pudo reconstruir en la causa, el joven regresaba a su casa en moto después de jugar al fútbol y de estar con sus amigos, cuando quisieron identificarlo en un operativo en cercanías de la plaza central de Miramar, el cual intentó evitar.