La fiscal Constanza Mandagarán, de la Unidad Funcional de Instrucción N°5, tomó a su cargo la investigación. Desde el primer momento, ordenó una serie de procedimientos clave para esclarecer el caso, como el Dermotest para detectar residuos de pólvora en el sospechoso. "Los resultados aún no fueron comunicados oficialmente", indicaron fuentes judiciales.
Aunque la hipótesis inicial sugería un accidente, los investigadores han sido cautelosos. La naturaleza del disparo, la posición del arma y el historial de la pareja son aspectos que se analizan minuciosamente. La carátula inicial de "accidente doméstico" cambió rápidamente a "femicidio", una figura legal que contempla circunstancias donde el género de la víctima es un factor determinante.
Este cambio no solo refleja la gravedad del hecho, sino también el contexto social que exige justicia en casos de violencia de género, especialmente dentro de las instituciones encargadas de garantizar la seguridad.
La fiscal Mandagarán deberá definir si tomará declaración a Fabián Vázquez en las próximas horas. Mientras tanto, el policía ha sido separado de sus funciones y permanece bajo custodia. Además, se han solicitado exámenes forenses exhaustivos y análisis balísticos para determinar la trayectoria del disparo.
Entre las medidas más importantes figura la recopilación de testimonios de vecinos y colegas de la pareja, quienes podrían aportar información clave sobre el vínculo entre ambos y posibles antecedentes de violencia.
El caso ha sacudido a la comunidad policial, ya golpeada por otros episodios recientes. La muerte de Guadalupe Mena evidencia la necesidad de abordar con mayor profundidad los casos de violencia de género en las fuerzas de seguridad, instituciones donde estas problemáticas suelen ser invisibilizadas.
En redes sociales, compañeros y allegados expresaron su dolor y exigieron justicia para la joven. La historia de Guadalupe resuena en un contexto más amplio de lucha contra la violencia machista, que sigue cobrando vidas a diario en Argentina.
En paralelo al caso de Guadalupe, otro episodio reciente también llamó la atención en Villa Urquiza. Un joven de 19 años, identificado gracias a videos en TikTok, fue detenido luego de evadir un control policial y casi atropellar a un agente. Aunque ambos sucesos son distintos, muestran cómo las redes sociales y el acceso a la información inmediata influyen en la justicia y el escrutinio público.
En el caso de Guadalupe, las redes han servido como un espacio para visibilizar el femicidio y exigir una investigación transparente. Esta dinámica pone de manifiesto el papel crucial de la ciudadanía y los medios en el seguimiento de casos de violencia de género.
La muerte de Guadalupe Mena es un recordatorio desgarrador de la violencia estructural que afecta a mujeres en todos los ámbitos, incluyendo las fuerzas de seguridad. El femicidio sigue siendo una realidad alarmante en Argentina, con cifras que reflejan la urgencia de políticas públicas efectivas y una justicia que actúe con perspectiva de género.
Mientras se espera que avancen las pericias y declaraciones judiciales, la memoria de Guadalupe impulsa un llamado colectivo: el fin de la violencia machista y la construcción de una sociedad más equitativa y libre de violencia.